Este martes, el Supremo Tribunal Federal de Brasil aprobó despenalizar la posesión de marihuana para uso personal, convirtiendo al país en uno de los últimos de América Latina en hacerlo. Esta medida podría reducir la enorme población carcelaria del país.

Desde que comenzaron las deliberaciones en 2015, al menos siete jueces han votado a favor de la despenalización, logrando una mayoría en el tribunal de 11 magistrados. Los jueces también deben determinar la cantidad máxima de marihuana que se definiría para uso personal y cuándo entrará en vigor el fallo, lo cual se espera que se defina el miércoles.

La despenalización del porte de marihuana para consumo personal ha dividido a la polarizada sociedad brasileña. Seis de los 11 magistrados del STF se pronunciaron a favor, incluido el juez José Antonio Dias Toffoli, mientras que otros cuatro se pronunciaron en contra y el último todavía debe votar o pedir más tiempo para expresar su decisión.

La legislación actual, que data de 2006, castiga a quien "adquiera, guarde, transporte o lleve consigo para uso personal drogas sin autorización", incluida la marihuana. Aunque las penas son leves para los consumidores (prestar servicios comunitarios o participar en un programa educativo), la ley deja a criterio de los jueces determinar si el portador es usuario o traficante, siendo este último castigado con duras penas de prisión.

El juicio responde a un recurso presentado por la defensa de un preso condenado por esconder en su celda tres gramos de marihuana, argumentando que la pena ofendía el principio de vida privada previsto en la Constitución.

Una vez concluido este proceso, todas las instancias judiciales deberán seguir la solución adoptada por el STF en casos de tenencia de marihuana. Sin embargo, el asunto es controvertido en Brasil, con organizaciones conservadoras que se oponen fervientemente a la despenalización de las drogas. Paralelamente, una iniciativa contraria avanza en el Congreso. En abril, el Senado de mayoría conservadora aprobó un proyecto que introduce en la Constitución el delito de posesión de drogas sin importar la cantidad. La enmienda debe ahora debatirse en la Cámara de Diputados.