Con apenas cuatro días restantes en el calendario, junio se perfila como el mes más sangriento del año en Jalisco, con un total alarmante de 139 asesinatos contabilizados hasta la fecha. Este recuento no incluye las víctimas halladas en fosas clandestinas, destacando la trágica realidad del estado.

La Zona Metropolitana de Guadalajara ha sido el epicentro de esta escalada de violencia, registrando 92 homicidios, mientras que otras regiones del estado han reportado 43 casos adicionales, con cuatro casos aún sin ubicación geográfica precisa según los informes de la Fiscalía del Estado.

Las cifras se complican aún más con el descubrimiento de cuerpos en fosas clandestinas en fraccionamientos como Lomas del Sur, Villa Fontana Aqua y Lomas del Mirador, áreas donde la Fiscalía aún no ha proporcionado cifras exactas, incrementando el desconcierto y la preocupación en la población.

En este contexto de creciente violencia, municipios como Encarnación de Díaz y Lagos de Moreno han emergido como epicentros de la tragedia, enfrentando una disputa territorial entre cárteles que ha cobrado la vida de 38 y 41 personas respectivamente. La implementación de nuevas bases policiales intenta contener esta espiral de violencia, pero los desafíos persisten en una región marcada por la confrontación criminal y el dolor de las familias afectadas.

 

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