Un año latiendo juntos con el dibujo de un corazoncito, es el lema del primer Informe de Gobierno de Marina del Pilar Ávila Olmeda, la primera mujer gobernadora de Baja California.

 

Foto: Omar Martínez

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Todo este año se la ha pasado haciendo alusión a la frase "Con el corazón por delante", además en sus actividades termina tomándose la foto haciendo la figura del corazón con las manos, pose en la que incluye a funcionarios y hasta invitados.

 

Pues ese corazón que lleva latiendo un año, ya ha tenido algunas arritmias, aterosclerosis, colesterol elevado y hasta preinfarto, pues no todos funcionan en ese gobierno al parejo.

 

La gober ha tenido sus momentos y acciones buenos, malos, regulares, grises y demás, pero a veces quienes la acompañan tampoco la ayudan mucho.

 

Al llegar a su primer año, al menos la sensación que da es que no se extraña que no haya presidenta del Patronato DIF, pues el tono rosa que le dan al gobierno, de repente hace recordar los tiempos de Brenda Ruacho.

 

En este año ha habido de todo, así que a continuación le compartiremos un resumen de la participación de los funcionarios y las acciones.

 

Lo bueno: Sin duda lo mejor del gobierno actual es que no está ya Jaime Bonilla, con eso van de gane.

 

La reconciliación: Luego de que el anterior Gobernador convirtió su mandato en un ring contra el que se le pusiera enfrente, Marina lo primero que hizo fue reconciliarse y echarse a la bolsa a distintos grupos de la sociedad civil y empresarios.

 

Los anuncios: El programa Respira y las presentaciones de algunas obras para la entidad, son una esperanza y un avance, pues en otros gobiernos prácticamente no hubo grandes obras.

 

Vía: sidue.gob.mx

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El funcionario más gris: Gilberto Landeros, secretario de seguridad. Es obvio que fue una imposición y no ha sabido llevarse con otras autoridades de seguridad.

 

Gilberto Landeros (vía: seguridadbc.gob.mx)

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La decepción: Ricardo Iván Carpio, fiscal general. Mucho ruido y pocas nueces pudiera definir la llegada de este funcionario y no es que se extrañe al Titi Ruiz, pero no ha hecho la gran diferencia que tanto se prometió.

 

El lenguasuelta: Kurt Honold Morales, secretario de Economía. En más de una ocasión ha metido en aprietos al actual gobierno, por hacer declaraciones que no le corresponden o van en contra de la 4T, como cuando dijo que no habría programa para regularización de autos irregulares.

 

El proyectado: Pues también Kurt Honold Morales, quien ha conseguido acuerdos con grupos empresariales y hasta un viaje por Europa para posicionar a Baja California.

 

El imprudente: El secretario de Salud, José Adrián Medina Amarillas, quien de repente no mide lo que dice y luego tiene a su gente queriendo arreglar sus declaraciones, diciendo que lo que él quiso decir fue otra cosa.

 

El corrido: De que no lo quieren no lo quieren, pues a cada rato andan diciendo que sale del gobierno, el secretario de Educación, Gilberto Solís Benavides. Y es que la educación y los conflictos en las escuelas, se le siguen saliendo de las manos.

 

El fresa: Alejandro Arregui Ibarra, secretario del Trabajo. Su llegada fue por un acuerdo con el partido del que ya nadie se acuerda, ni el nombre y generó inconformidades de quienes están en sindicatos y ven lo laboral. Él sigue en su pose y buscando sobresalir, aunque se nota que no encaja con el resto del gabinete.

 

El que nadie quiere: El coordinador de gabinete, Alfredo Álvarez Cárdenas. Por su puesto, todos lo tienen que aguantar, pero dicen que no tiene las formas para tratar a los demás.

 

El acompañante: Carlos Torres Torres, esposo de la gobernadora, en últimas fechas aparece más con ella en eventos, hasta fue a la gira por Francia y Alemania. Dicen que muchas de las decisiones de la gober son por influencia de él, pues se nota el tinte panista. Cuando muchos subestimaron la inteligencia de Torres, éste ha sorprendido a propios y extraños.

 

El matalascalladas: El secretario de Gobierno, Catalino Zavala Márquez, conoce que más sabe el diablo por viejo que por diablo, por lo que se mantiene sin hacer muchos aspavientos, pero haciendo lo que le toca, política.

 

La revelación: Diego José. El pequeño hijo de la gobernadora que llegó a las pocas semanas de iniciado su mandato, roba cámara y es de los mejores portados en las reuniones donde se le ve.

 

Cortesía: Omar Martínez

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El gran pendiente: Con este año, Marina agarró aviada, así que ojalá y pronto se vean acciones más concretas, su discurso en muchos temas sigue siendo ligero, falta ver más contundencia en su gobierno, sobre todo en materia de seguridad, así que ese sigue siendo uno de los grandes pendientes.