Hervidero en Rosarito

 

El que se mueve no sale en la foto, diría atinadamente el finado dirigente cetemista Fidel Velázquez, por eso en Rosarito el miedo no anda en burro y los alfiles de la alcaldesa Araceli Brown Figueredo, apenas y asoman las narices para no ser exhibidos y eso pudiera traerles un costo en sus aspiraciones para suceder a la presidenta municipal.

 

Gente muy, pero muy cercana a Brown Figueredo, comenta a la sorda que la edil trae rondando en su cabeza la idea de reelegirse y ¿por qué no?, si existen lagunas en la ley que rascándole un poco nomás, le darían esa oportunidad y por eso, ha marcado el stop a sus consentidos, es decir que no se abalancen si no hay nada decidido hasta ahorita.

 

 

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Aun así no faltan los volados y para pronto la ex priísta y ahora morenista de nuevo cuño y regidora, Stephanie Esquivel, jura que será la elegida, eso sí, en caso de que el género le favorezca. Y si no, ya se apuntó el regidor José Félix Ochoa, quien se ha convertido en la sombra de la alcaldesa, a pesar de ser un aspirante a novel político y que fue reelecto en la posición.

 

Aunque dicen que de los dos no se hace uno.

 

Por eso ya levantan las manos el regidor Miguel Ángel Moreno, también reelecto y el Síndico Jaime Ibarra, el primero ha pasado literalmente de noche por el cargo, nada de trabajo se le conoce, sólo que es muy amigo de la alcaldesa.

 

Mientras que Ibarra Acedo, trae un verdadero relajo en la sindicatura, ya que los policías hacen de las suyas como nunca se había visto y eso es ya mucho decir.

 

Todos ellos, aseguran tener una oportunidad, pero según fuentes allegadas a la gobernadora Marina del Pilar Ávila, juran por todos los santos, que no le darán chance a Araceli de meter a su gente pues a estas alturas lo que menos se quiere es tener un (des) gobierno de continuidad que ha salido más malo que la carne de puerco.

 

Pero las cosas se van a calentar y en poco tiempo, ya que por el otro lado el ex candidato independiente, ahora metido como funcionario público en Ensenada Fernando Serrano (el chile toreado), ya anda muy picoso juntando gente por aquí y allá pues según se escucha ya trae la promesa de quién sabe quién, para ser el candidato de Morena a la alcaldía de Rosarito y con el apoyo de la diputada Rocío Adame, con la que se le ve muy seguido en las reuniones.

 

 

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Sí que habrá chispas, porque entre Brown y Serrano el pleito no es político sino personal.