Al parecer la luz termina con la oscuridad. Para 1946, después de la Segunda Guerra Mundial, en Londres se firmó, por 37 Estados, la Constitución que dió origen a la UNESCO.

 

 

Esa misma organización, en su 30a Conferencia General, en Paris, 1999, oficializó el 21 de marzo como el Día Mundial de la Poesía. Un reconocimiento, al cual podríamos exigirle tener mayor impacto en la cotidianidad, por lo que se ha significado, representado y el lugar ocupado en esta convulsa existencia, pero hay que agradecer el detalle de la primavera: una estación fértil para el nacimiento, para el nacimiento de una nueva cultura de paz después de un oscuro e innombrable lapso, una estación donde siempre florecerán las palabras.

 

 

En ese marco, trinchera y Piñera parece que no solo son dos palabras que en un verso donde se necesite ritmo podrían funcionar, sino que en un sentido práctico hacen lo mismo y es que el pasado 23 de marzo celebraron el Día mundial de la Poesía, breve pero presente, los alumnos y maestros de la Facultad de humanidades y ciencia sociales con el espacio para recitar poesía y la presentación del poemario, El Diario de Sísifo, del autor Daniel Guzmán.

 

 

Hecho que motiva y es que la sala David Piñera siempre ha sido la tarima de los que resisten, de los que luchan por la utopía, una trinchera que emana ideas y busca dentro de los torrentes sanguíneos, de la ciudad frontera Tijuana, crear juicios críticos. Es primavera y esa sala busca que el polen se esparza por todo el jardín.  

 

 

Qué mejor fecha para llevar a cabo la Feria Internacional del Libro UABC que el Día de la Poesía, por cierto, excelente programa; basta al checar el primer día para darte  cuenta de la gran labor que hace la máxima casa de estudios del estado. Comienza con una charla dirigida a  jóvenes acerca de los rostros nuevos de mujeres escritoras y las temáticas que abordan, seguido de una actividad inclinada al fomento de las lenguas originarias de la región, la pa ipai; y no puede faltar, así como lecturas todos y todo el día, talleres de creación literaria, sin duda una

gran labor, aunque ¿porque no hacen aunque sea una mini mini extensión para Tijuana y los otros campus, UABC? Aun así, gran labor. 

 

 

La lluvia quiere borrar las letras

 

 

Es equinoxio de primavera, situación propicia para que el cerro Colorado reverdezca, los insectos y aves vuelen y transporten el polen de jardín en jardín, pero se ve oscurecido cuando te preguntas por la Feria del Libro Tijuana y te topas con,  “Se ha tomado la difícil decisión de cancelar la edición 2022”. Según la Unión de Librerías Tijuana por falta de apoyo institucional de los tres niveles de gobierno, apoyo financiero y de organización; aquí en esta situación, seguramente en unos de los barrios por donde pasó el Saico se habría escuchado un ¿qué tranza? (Personaje de la novela El Gran Prétender, novela que por cierto hay que leer, muy muy recomendable y símbolo de esta ciudad Tijuana y que está a 30 años de haberse publicado).

 

 

Año con año se organizó, se sufrió durante la pandemia pero se entiende, y ahora que las condiciones están propicias para que las letras reverdezcan en primavera, el cielo se nubla, cae una helada que quema las flores ¿será verdad lo que dicen en Tik Tok? ¿Será verdad que la nueva administración bombardeó las nubes para que lloviera?

 

 

¡Ey! lo del Foro literario esta bueno, este intercambio de ideas entre editoriales y escritores emergente me hace emocionar por lo que surgirá de ese laboratorio, pero ¿y el activismo? la Feria del Libro Tijuana es un buen espacio ¿apoco es como los días, da igual si sale la luz de todos modos se oscurece?