El pasado viernes se anunció por parte de Amazon la firma de un contrato con la empresa espacial de Elon Musk, SpaceX, para poner en órbita satélites de su proyecto Kuiper en el año 2025. La motivación para pagar por el servicio es para no retrasar el avance de su proyecto. 

SpaceX es la mayor competidora de Amazon en el mercado de internet satelital, además de que ya tiene una red de 4 mil satélites operativos. Al mismo tiempo compite con la compañía Blue Origin perteneciente a Jeff Bezos, presidente ejecutivo de Amazon, que se encuentra desarrollando cohetes espaciales.

El motivo por el que Amazon decidió firmar un contrato con una empresa con la que compite en distintos mercados es para no retrasar el proyecto. Con la contratación de 3 lanzamientos de los cohetes Falcon 9 de SpaceX, la compañía puede poner 75 de sus satélites en órbita baja y así comenzar a probar una versión piloto de su servicio de internet.

Los lanzamientos de estos cohetes están programados para mediados del año 2025. Amazon ya lanzó dos prototipos en octubre e hizo pruebas con los mismos.

Otra de las motivaciones para firmar el acuerdo con SpaceX es que Amazon tiene una multitud de acuerdo con empresas aeroespaciales, como la mencionada Blue Origin; y otras como United Launch Alliance (ULA) o Arianespace. Sin embargo, todas estas están retrasadas en su proceso de desarrollo de cohetes y es posible que todas retrasen sus primeros lanzamientos al siguiente año.