El campo de exterminio localizado en el rancho Izaguirre, en Teuchitlán, Jalisco, no es un hecho aislado, pues desde hace más de 15 años se han registrado fosas clandestinas, así lo señaló el escritor y activista Javier Sicilia Zardain.

"El primer campo de exterminio fue en San Fernando, Tamaulipas: 72 migrantes destrozados a mazazos y, junto a ellos, una de las primeras fosas que se encontraron, con 92 cuerpos, allá por 2010, hace ya 15 años."

El también poeta, lamentó que los hallazgos de este campo de exterminio sean una prueba de que el Estado mexicano y el crimen organizado son cómplices de la inseguridad que se vive en el país, ya que el Estado cubre los actos de lesa humanidad perpetrados por los criminales.

"Lo del campo de exterminio de Jalisco vino a sacudirnos, pero es solo una sacudida más. A mí lo que me preocupa es esto: sí, ahorita hay una movilización. Esos campos de exterminio los tenemos ahí, simplemente que el Estado no quiere intervenir. Seguramente sabe dónde están", expresó.

Sicilia señaló que el caso del Rancho Izaguirre quedará impune y sin una investigación que esclarezca las desapariciones, al igual que ha ocurrido con las decenas de fosas clandestinas localizadas en Tamaulipas y en otras partes del país, así como con las matanzas de civiles, como en el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

JAVIER SICILIA PRESENTÓ SU NUEVO LIBRO “APROXIMACIONES A UN TIEMPO DEL FIN”

Durante su visita a Tijuana, Javier Sicilia presentó su más reciente libro “Aproximaciones a un tiempo del fin” en el CETYS Universidad, campus Tijuana, donde narra la crisis del país, junto con el desmoronamiento de las instituciones y la violencia que ha marcado las últimas décadas.

"Este libro tiene que ver de alguna manera con el drama que viví cuando asesinaron a mi hijo, hace ya 14 años, en 2011. Tiene que ver con la violencia larvada que está presente en este país."

De escribir poemas sobre el amor, pasó a escribir reflexiones sobre la violencia que azota al país, pues en 2011, el escritor mexicano vivió en carne propia la inseguridad de Morelos, con el secuestro y asesinato de su hijo, Juan Francisco Sicilia Ortega, quien tenía 24 años cuando lo privaron de la vida en marzo de ese año.

"Mi forma de ver el mundo se colapsó por esa ruptura en mi vida (con la muerte de mi hijo)… Es una relectura sobre una época tan terrible como la que estamos viviendo, y mirar desde el otro lado lo que habían sido mis grandes temas y motivaciones, desde el evangelio, la poesía, mi propia experiencia con la poesía. Incluso dejé de escribir poesía. De alguna forma, fue un tiempo del fin para mí con la muerte de mi hijo, y el fin es que el mundo que estamos viviendo es un mundo colapsado, es un mundo en crisis profunda," comentó el escritor.

Al reflexionar sobre la realidad que vive el país, señaló que aún se cometen actos criminales que no dejan de sorprender a los mexicanos y lamentó que no sean hechos aislados.

"Parece que nos asombramos como si lo hubiéramos visto por primera vez. Lo que esto nos está diciendo es que no son hechos aislados, son parte de una dinámica, de una estructura en la que el Estado y el crimen organizado están en una simbiosis," aseguró.