A dos ciclos escolares de que comenzó a aplicarse el modelo educativo conocido como Nueva Escuela Mexicana, persiste la confusión entre el personal docente y las familias, y ya se ha notado una baja en el nivel académico del alumnado en educación básica. Así lo señaló Marcos Orduño Camargo, quien actualmente cumple una función técnico-pedagógica en la jefatura del sector número 7 en Tijuana.

“Con los resultados de la Escuela Nueva Mexicana se puede decir que todavía existe una serie de dudas con respecto al manejo, al planteamiento, a los contenidos y a la evaluación”, declaró el profesor, quien también cuenta con claves de director y maestro. Añadió que hay muchos docentes desinformados y confundidos sobre lo que deben o no deben aplicar dentro de sus aulas, situación que también alcanza a madres y padres de familia.

De acuerdo con Orduño Camargo, los cambios en el nivel académico de los estudiantes sí se han notado, pero “desgraciadamente hacia abajo”. Atribuyó esta situación a la falta de capacitación y claridad en torno a la reforma. “Precisamente por no estar bien asesorados, por no haber recibido talleres a tiempo sobre lo que verdaderamente era la Nueva Escuela Mexicana, los maestros entran en funciones confundidos y esas dudas son las mismas que proyectan en el salón”, lamentó.

La falta de orientación, tanto para los educadores como para las familias, ha generado un entorno escolar incierto, que lejos de cumplir con los objetivos de mejora educativa, ha derivado en retrocesos perceptibles, según los docentes en campo.