El "valle inquietante" es un concepto en la robótica y la psicología que describe la sensación de incomodidad o desasosiego que las personas experimentan cuando se enfrentan a robots, avatares o representaciones de humanos que son casi, pero no del todo, realistas. El término fue acuñado por el robotista japonés Masahiro Mori en 1970.

¿Por qué ocurre el valle inquietante?

• Casi Realista: Los objetos que parecen casi humanos, pero no lo son completamente, pueden desencadenar una respuesta emocional negativa. Esto se debe a que la similitud casi perfecta genera expectativas humanas, pero las pequeñas diferencias pueden resultar perturbadoras.

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• Ambigüedad en el Comportamiento: Cuando un robot o avatar tiene un comportamiento que no coincide con las expectativas humanas, puede generar una sensación de inquietud. Por ejemplo, un robot que tiene un aspecto humano pero se mueve de manera poco natural puede ser inquietante.

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• Temores Subyacentes: El valle inquietante también puede tocar miedos más profundos sobre la identidad, la autenticidad y la muerte, al presentar figuras que son casi, pero no del todo, humanas.

Impacto en el Diseño de Robots y Avatares

Para evitar el valle inquietante, los diseñadores de robots y avatares intentan crear representaciones que sean claramente no humanas o que sean tan realistas que no dejen lugar a dudas sobre su autenticidad. Algunos optan por un estilo más caricaturesco o estilizado para evitar la incomodidad que puede surgir de los intentos de hiperrealismo.

Ejemplos en la Cultura Popular

El valle inquietante se explora en varias películas y videojuegos. Personajes que intentan ser demasiado realistas, como ciertos modelos de animación por computadora en películas, a menudo caen en el valle inquietante. También es un tema de debate en la creación de avatares y robots en el mundo real, como los robots de servicio al cliente que imitan la apariencia y el comportamiento humano.