El exabogado personal de Donald Trump, Rudy Giuliani, presentó este jueves una solicitud de bancarrota bajo el Capítulo 11 en un tribunal de Nueva York. Esta decisión llega pocos días después de que un jurado federal de Washington lo condenara a pagar más de 148 millones de dólares por difamación contra dos agentes electorales en las elecciones de 2020.

En su declaración de bancarrota, Giuliani reveló poseer bienes valuados en hasta 10 millones de dólares, mientras que su pasivo alcanza la cifra de 500 millones de dólares. La mayor parte de esa deuda corresponde a la indemnización de 148 millones de dólares que debe abonar a Ruby Freeman y su hija Wandrea "Shaye" Moss. Ambas fueron difamadas repetidamente por Giuliani, quien falsamente las acusó de participar en un fraude electoral.

La solicitud también detalla deudas que abarcan desde cientos de miles hasta millones de dólares con entidades como el Servicio de Impuestos Internos, autoridades fiscales de Nueva York, así como con exabogados y contadores.

Además, la solicitud menciona cantidades "desconocidas" adeudadas a Hunter Biden, hijo del presidente Joe Biden, y a las empresas de máquinas de votación Dominion y Smartmatic. Estas últimas han presentado demandas contra Giuliani, las cuales siguen en proceso.

El fallo contra Giuliani fue emitido en agosto por la jueza de distrito Beryl Howell, quien lo declaró responsable de difamar a Freeman y Moss, trabajadoras electorales del condado de Fulton. El jurado federal otorgó a cada una de las afectadas más de 16 millones de dólares por difamación, 20 millones de dólares por angustia emocional y 75 millones de dólares en daños punitivos.

Giuliani, de 79 años, lideró los esfuerzos legales de Trump para anular los resultados de las elecciones, difundiendo afirmaciones falsas sobre fraude electoral a través de videos y otras declaraciones infundadas.