Este lunes, el presidente Javier Milei, quién asumió la presidencia argentina en diciembre pasado, ha acusado a Maduro de ser un "dictador" y ha anunciado que Argentina no reconocerá lo que considera un "fraude" en las elecciones venezolanas.

El pasado domingo, Nicolás Maduro fue proclamado ganador de las elecciones para un tercer mandato consecutivo, con resultados que han sido ampliamente cuestionados. La reelección de Maduro ha sido recibida con desconfianza y acusaciones de fraude por parte de la oposición venezolana y varios gobiernos internacionales.

En respuesta, Maduro ha arremetido contra Milei con insultos y acusaciones, llamándolo "nazi fascista" y "vendepatria". El canciller venezolano, Yvan Gil, también ha atacado al presidente argentino, calificándolo de "nazi nauseabundo" y afirmando que la victoria de Maduro es una señal de que el fascismo será derrotado.

Los insultos del Dictador Maduro para mí son halagos. Casualmente repitiendo los mismos agravios de muchos “periodistas” bienpensantes de la Argentina cuya posición endeble permite que las atrocidades de Maduro sean legitimadas.

Ni él se cree la estafa electoral que festeja. La…

— Javier Milei (@JMilei) July 29, 2024

El resultado de las elecciones ha reavivado la polarización política en Argentina, que parecía haberse moderado con la llegada de Milei a la presidencia Mientras el kirchnerismo, alineado con el régimen de Maduro, valida los resultados, el gobierno argentino ha mostrado un apoyo explícito a la oposición venezolana, liderada por María Corina Machado y su candidato Edmundo González Urrutia.

La Cancillería argentina ha emitido un comunicado en el que desconoce los resultados del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, citando indicios claros de falta de transparencia y violaciones a los derechos humanos. Milei, en un video en redes sociales, ha afirmado que el gobierno venezolano ha perpetrado un fraude y ha llamado al pueblo venezolano a seguir luchando.

El conflicto ha escalado con Maduro llamando a Milei "traidor a la patria" y el portavoz presidencial argentino, Manuel Adorni, calificando a Maduro de "vergüenza". La polarización entre el kirchnerismo y el antikirchnerismo se ha intensificado, reflejando las tensiones internacionales en la política local.