La Unión Europea (UE) ha presentado un ambicioso plan de inversión en defensa para fortalecer su capacidad de respuesta ante posibles amenazas. La continuidad del conflicto entre Rusia y Ucrania, sumada a la incertidumbre sobre el respaldo militar de Estados Unidos, ha llevado al bloque a tomar medidas sin precedentes para garantizar su protección.

El nuevo plan, revelado por la Comisión Europea, contempla una movilización de hasta 800.000 millones de euros en gasto militar. Esta inversión se apoyará en medidas como la flexibilización de las normas presupuestarias de la UE y un fondo de préstamos de 150.000 millones de euros respaldado por el presupuesto central del bloque.

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Durante la presentación, la jefa de la diplomacia de la UE, Kaja Kallas, enfatizó la urgencia de la situación: "Este es un momento crucial para la seguridad europea. Es un momento crítico para la acción". Además, instó a los Estados miembros a iniciar la implementación de este plan a partir de abril.

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Asegura que Rusia se prepara para una "futura confrontación con las democracias europeas" al tiempo que Trump se desentiende de la seguridad del continente pic.twitter.com/IEy0WUJEU3

— EL ESPAÑOL (@elespanolcom) March 18, 2025

La estrategia también incluye la compra conjunta de armamento, siguiendo el modelo empleado durante la pandemia para la adquisición de vacunas. Esta iniciativa permitirá obtener precios más ventajosos y garantizar una mayor coordinación en la distribución de recursos. Una condición clave del plan es que al menos el 65% del material adquirido sea de origen europeo, reduciendo la dependencia de Estados Unidos en materia de defensa.

La cumbre de seguridad en Bruselas

En paralelo a la presentación del plan, los líderes de la UE se reunirán en Bruselas para discutir la situación de seguridad en el continente. La cita, que marca la tercera cumbre en seis semanas, reflejará el consenso creciente entre los Estados miembros sobre la necesidad de una mayor autonomía estratégica.

El comisario de Defensa de la UE, Andrius Kubilius, expresó con contundencia la necesidad de un cambio de paradigma: "450 millones de ciudadanos de la UE no deberían tener que depender de 340 millones de estadounidenses para defenderse de 140 millones de rusos que no pueden derrotar a 38 millones de ucranianos". Esta afirmación subraya el llamado a una mayor responsabilidad en la protección del continente.

Alemania y los países bálticos ya han incrementado su gasto en defensa más allá del umbral del 2% del PIB establecido por la OTAN, mientras que Polonia ha seguido una estrategia similar. El Bundestag alemán aprobó recientemente un plan de gasto colosal en defensa e infraestructura, marcando un cambio drástico en la política de seguridad del país.

Mirando hacia el futuro, la Comisión Europea ha establecido como objetivo que para 2030 el bloque sea capaz de defenderse de manera autónoma. Los informes de inteligencia indican que, en un plazo de tres a cinco años, Rusia podría representar una amenaza directa para el territorio europeo, lo que refuerza la necesidad de esta inversión sin precedentes.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, resumió la urgencia de esta estrategia con una declaración contundente: "Si Europa quiere evitar la guerra, debe prepararse para ella".