El reciente evento de protesta en Baja California, que congregó a poco más de 200 personas, puso de manifiesto el descontento de ciertos personajes “políticos”. Entre ellos destacan el ex regidor del PAN, Abraham Medina, y los regidores Rudencio García y Gustavo Magallanes, quienes intentaron asumir un protagonismo cuestionable en estas manifestaciones.

Resulta irónico que sean precisamente los panistas quienes se atrevan a criticar las decisiones del gobierno actual. La memoria reciente nos recuerda que, durante la administración de su partido, particularmente bajo el grupo interno conocido como los “kikistas”, Baja California vivió momentos críticos que desembocaron en los peores resultados electorales de su historia. Su legado, marcado por la ineficiencia y el descontento popular, debería llevarlos a reflexionar antes de señalar con el dedo a los demás.

El contexto de esta marcha se vincula al anuncio de la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda, quien dejó claro que el reemplacamiento en el estado no será obligatorio para quienes adquirieron placas antes de 2021. Esta decisión desarmó los argumentos de los opositores, quienes intentaron movilizar a un grupo de personas desilusionadas y resentidas, en lugar de proponer soluciones constructivas.

El hecho de que la protesta apenas lograra convocar a poco más de 200 participantes es revelador. La presencia de figuras de oposición más interesadas en mirar hacia el pasado que en construir un futuro para Baja California resulta decepcionante. Este evento no fue más que un intento de capitalizar el resentimiento, transformándolo en discursos vacíos y sin propuestas sólidas que respondan a las necesidades reales de la comunidad.

La conducta de Medina, García y Magallanes durante este proceso subrayó la falta de ética y seriedad que caracteriza a ciertos sectores políticos. Si bien la democracia fomenta la crítica, es fundamental que los críticos sean conscientes de sus propias trayectorias y contribuciones al estado. La política no debería ser un juego de acusaciones infundadas, sino un espacio para el diálogo y la construcción de soluciones.

Esta manifestación no solo evidenció la falta de apoyo genuino hacia el mensaje de la oposición, sino que también expuso las contradicciones de quienes intentan cuestionar un gobierno que, aunque enfrenta desafíos, como el de las placas “despintadas” del gobierno bonillista, contra las “azules” que todavía circulan en buen estado, busca superar los errores del pasado. Los ciudadanos merecen líderes comprometidos con su bienestar, no figuras que prioricen sus intereses personales a expensas del interés público. La decisión de la gobernadora de no hacer obligatorio el reemplacamiento debería celebrarse, no distorsionarse. Es momento de mirar hacia adelante, no de revivir rencores y decepciones. Esto, independientemente de los partidos políticos o de los mismos grupos políticos de tal o cual partido, lo importante es siempre buscar el bien común.

Mientras tanto, toda la “clase política” de Baja California se volcó a la Ciudad de México para la Asamblea Nacional y, desde luego, “brincaron de alegría” en la Mañanera cuando Claudia Sheinbaum anunció que habrá un “by-pass” entre Tijuana y Ensenada, lo cual agilizará el súper congestionado tráfico de Tijuana y generará un importante corredor turístico que beneficiará al puerto de Ensenada. Esto se dice será este año; obvio, lo que sigue es que los “tiradores” apuntados ya desde hoy a suceder a Marina del Pilar se adjudiquen la obra. Sino, al tiempo, saldrán seguramente Jesús Ruiz Uribe, Fernando Castro Trenti, Julieta Ramírez, a decir que en algo contribuyeron al “by-pass”.

Y hablando de Ciudad de México, en la Asamblea Nacional de Municipios aparecieron muy sonrientes en fotos los alcaldes de Tecate, Rosarito, Mexicali, Ensenada y, por supuesto, Tijuana, mostrando la presencia del estado 29 en este evento.

DEPORTES

En cosas deportivas, deBAJADA espera que el ex defensa, Juan Carlos Núñez, se recupere pronto de una lesión en los campos de Otay, dentro del fútbol amateur. El “Calín”, quien jugara con Xolos y que actualmente labora en la institución, siempre ha sido todo un profesional dentro y fuera de las canchas. Por cierto, Xolos se verá las caras ante el campeón América este jueves y la próxima semana recibe la visita del Querétaro, equipo que dirige el tijuanense Benjamín Mora.