El Título 42 es una medida sanitaria implementada por la Administración Trump en marzo de 2020 para frenar la propagación de COVID-19 en la frontera sur de Estados Unidos. Bajo esta política, la mayoría de los inmigrantes indocumentados son expulsados inmediatamente del país sin procesamiento o protección legal.

 

Desde su inicio, el Título 42 ha sido criticado por organizaciones de derechos humanos y grupos de inmigrantes, quienes lo consideran una violación de los derechos humanos y un peligro para la salud pública. Además, varios jueces federales han dictaminado que el Título 42 no puede ser utilizado para expulsar a niños no acompañados.

 

A pesar de las críticas y desafíos legales, la Administración Biden ha mantenido en gran medida la política del Título 42, aunque ha hecho algunas excepciones para ciertos grupos de inmigrantes, como los solicitantes de asilo que están en ciertos puntos de la frontera.

 

Sin embargo, la Administración Biden levantará el Título 42 para ciertos grupos de inmigrantes. Se espera que esto se haga en conjunto con la implementación del nuevo Título 8, que supuestamente ofrecerá una alternativa más justa y equitativa para procesar y tratar a los inmigrantes en la frontera sur.

 

Aunque los detalles sobre el Título 8 aún no se han hecho públicos, algunos expertos en inmigración creen que podría ser un paso positivo hacia una política de inmigración más humana y justa. Sin embargo, también advierten que cualquier cambio en la política de inmigración debe ser cuidadosamente planificado y ejecutado para garantizar que los derechos humanos y la seguridad pública se protejan adecuadamente.

 

Las autoridades estadounidenses señalaron que bajo el Título 8: “las personas y familias que lleguen sin autorización pueden ser deportadas y los no ciudadanos pueden ser deportados a su país de origen”.

 

Tanto activistas como migrantes, instalados y detenidos, respectivamente, en Tijuana ven con incertidumbre y temor la culminación de esta medida por parte del Gobierno de Estados Unidos, pues no saben realmente que va a pasar con ello y temen deportaciones masivas.

 

La conclusión del Título 42, ha llevado a las autoridades migratorias y de seguridad fronteriza de Estados Unidos a acelerar el arresto de migrantes varados entre los dos muros fronterizos. La Custom Border Patrol y los soldados de la Guardia Nacional están trabajando a marchas forzadas en Tijuana para procesar a mujeres y niños prioritariamente y devolverlos a México.

 

Los migrantes en los campamentos entre los dos muros son de diversas nacionalidades, y muchos han sido mal informados o manipulados para creer que el fin del Título 42 les permitirá solicitar asilo o abrirá las puertas de la frontera de Estados Unidos. El gobierno de Biden ha tomado medidas para expulsar a aquellos que no califican para el asilo, y el secretario de Seguridad Nacional de EU ha advertido que ingresar de forma irregular perjudicará su situación y los vetará por cinco años.