Tras el secuestro, y asesinato de tres agentes de la Policía Municipal de Cajeme, Sonora, el pasado 30 de junio y la falta de equipamiento táctico, el presidente de la Unión de Gendarmes en Cajeme, José Trinidad Gil Salazar informó que al menos 36 elementos se han dado de baja.

 

La Fiscalía de Sonora dio a conocer que los tres cuerpos encontrados en Obregón corresponden a los tres agentes, que fueron sustraídos de una fiesta familiar en el pueblo Yaqui, una comunidad indígena de la región.

 

Ante esta situación y el alegato del bajo salario que perciben de 3 mil 800 pesos quincenales, la falta de uniformes, de armas y la inseguridad que representa patrullar una de las regiones más violentas de México, varios agentes han optado por salvaguardar su integridad y renunciar a la corporación.

 

Según se menciona, en lo que va del año 6 agentes de seguridad pública han sido asesinados a manos del crimen organizado. Asimismo el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, en Ciudad Obregón dio a conocer que la tasa de homicidios en el estado es de 155 por cada 100 mil habitantes.

 

Por su parte agentes de seguridad detallan que tienen 5 años esperando la renovación de uniformes, mismo tiempo en el que les prometieron que se les pagaría un salario de 16 mil pesos mensuales, mismo que no ha llegado.