Seguro has escuchado del grupo de mercenarios Wagner, cercano al presidente ruso Vladimir Putin, cuando se habla de la invasión a Ucrania, pero tal vez no sabías que esta organización paramilitar también está presente en otros países. 

 

Tal es el caso de Níger, un país africano cuyas Fuerzas Armadas reconocieron el jueves pasado un golpe de Estado contra el presidente Mohamed Bazoum tras una sublevación de militares. El general Omar Tchiani, jefe de la Guardia Presidencial, se autoproclamó líder de Níger y justificó el derrocamiento del gobierno asegurando que fue una manera de mejorar el deterioro de la seguridad y las malas condiciones económicas.

 

De acuerdo con la BBC, el golpe podría provocar que el grupo de mercenarios Wagner, expanda la influencia de Rusia en la región, pues ya opera en ocho países de África, entre ellos Burkina Faso y Libia. En esos territorios, Wagner presuntamente ha tratado de moldear la política a través de redes sociales y campañas de influencia política.

 

 Según especialistas consultados por The New York Times, la expansión de Wagner tiene el objetivo de restablecer a Rusia como una gran potencia mundial a través de la disminución del peso occidental en África.

 

El líder del grupo mercenario Wagner anunció hace poco que seguirán operando en África y Bielorrusia sin reclutar nuevos combatientes. Yevgeny Prigozhin destacó el papel del grupo durante la invasión rusa de Ucrania y mencionó que están deliberando sobre futuros objetivos. La mayoría de los combatientes están en descanso tras un largo periodo de trabajo arduo.

 

 El grupo planea tareas futuras para la grandeza de Rusia, manteniendo actividades en África y Bielorrusia. Aunque no buscan nuevos reclutas, estarán dispuestos a reclutar si la Madre Patria lo requiere. Tras el fallido motín en junio, Putin invitó a los combatientes a firmar contratos con el Ministerio de Defensa ruso. Se reportaron ataques con misiles rusos en Kryvyi Rih y un ataque con drones en Bryansk.