Un niño de 11 años perdió la vida en San Miguel de Naranjo, Costa Rica, cuando un rayo lo alcanzó mientras recogía café junto a su madre. Las palabras finales del niño fueron: "mamita, te quiero mucho".

 

La madre, Mirna, compartió el incidente. Un repentino relámpago los sorprendió, y el segundo golpeó al niño y la arrojó. La mujer intentó ayudar a su hijo, quien aún podía hablar y expresó su amor antes de fallecer. Desesperada, gritó pidiendo ayuda, pero nadie respondió de inmediato.

 

Finalmente, un hombre se acercó para ofrecer ayuda y llamar a una ambulancia. Mientras esperaban, el pequeño fue trasladado desde el lugar del incidente hasta las cercanías de la finca donde trabajaban.

 

A pesar de que un autobús se acercó, se optó por esperar a la ambulancia para una atención médica adecuada. Sin embargo, los paramédicos llegaron tarde, y el niño falleció en el camino al hospital.

 

Mirna y su hijo llegaron a Costa Rica desde Nicaragua hace dos meses en busca de trabajo debido a dificultades económicas en su país natal. Ahora, necesitan apoyo para llevar los restos del niño de vuelta a Nicaragua. Planean partir hacia Peñas Blancas el 13 de octubre para recibir el cuerpo del pequeño, una vez se haya resuelto el pago por su trabajo en la zona.