El pasado martes 11 de octubre en la madrugada el albergue Border Line Crisis para niñas, niñas, adolescentes, mujeres negras y comunidad LGBTQ se vio vulnerado ante la agresión de más de 10 elementos de la guardia nacional y el Instituto Nacional de Migración (INM), donde con fuerza y violencia intentaron derribar la cortina de metal que protege al lugar. 

Durante 15 minutos trataron de ingresar a patadas y gritos ordenando que salieran, ya que parte de las acusaciones provenían de supuestamente tener personas indocumentadas para cruzarlas ilegalmente a Estados Unidos. 

Representantes  del derecho migrante reprobaron estas conductas que no solo se han hecho visibles el pasado miércoles, sino que a partir del 2019, a la llegada de la Guardia Nacional han ido incrementando en esta ciudad violando el artículo 76 de la Ley del Instituto Nacional de Migración “El instituto no podrá realizar visitas de verificación migratoria en los lugares donde se encuentre migrantes albergados por organizaciones de la sociedad civil o personas que realicen actos humanitarios, de asistencia o de protección a los migrantes”.

 

 

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