Presume, a través de sus redes sociales, experiencias con artistas, conciertos, eventos deportivos, autógrafos de deportistas, diseños exclusivos de ropa y accesorios, maquillajes, etc.

 

Con un uso excesivo de filtros, sube con frecuencia videos y fotos de viajes, mensajes, piropos y halagos de sus seguidores.

 

Por si fuera poco, constantemente presume su asistencia a conciertos en primera fila, pero desde que la abuchearon en el concierto de Yuri, ya no la mencionan públicamente en los eventos masivos.

 

Eso sí, cada que va a eventos públicos, tal si fuera reina, se lleva a su Corte: gente que le hace reverencia, la saluda y la alaba.

 

El ejemplo más reciente fue el concierto de Alejandro Sanz, en Tijuana, al que asistió acompañada de su esposo Carlos Torres. Cantando en primera fila (¿comprará sus propios boletos?), fue exhibida por la cámara en la pantalla gigante del estadio.

 

¿Y qué tiene eso de malo?, podría preguntarse usted. Quien conoce las responsabilidades de una gobernadora, sabe que una agenda de ese tamaño y con los problemas que nos aquejan, acotaría las energías y espacio para tantas actividades superficiales como las que ella misma presume en redes.

 

Otro ejemplo reciente fue el pasado fin de semana, donde se tomó fotos con integrantes de la Banda MS y también con Gloria Trevi.

 

 

En el caso de esta última artista, fue más allá que el concierto y la foto, pues hasta su hija Marinita pasó al escenario, junto con otras niñas, para bailar con la artista.

 

Marina, muy orgullosa de que su pequeña actuara con alguien acusada de trata de menores, no tuvo empacho en subir a redes un video al parecer tomado por ella misma.

 

En la foto en la que aparece la Gober con la Trevi, entre tanto filtro, brillo y maquillaje hay quienes se preguntaron quién era quién.

 

 

Al menos ese fin de semana se le vio en Baja California, aunque de fiesta entre béisbol y conciertos.

 

Sin embargo, son pocos los fines de semana en que la Gobernadora se deja ver. Semanas atrás, su único post fue una foto con una blusa autografiada por George Kittle, ala cerrada de los 49ers de San Francisco.

 

 

Otro de su disque talentos es el canto, porque no solo en eventos se ha animado a echar de su ronco pecho, sino que ha subido videos echándose palomazos.

 

Lo chistoso es que sus publicaciones en redes están a todo lo que da, pero no por los likes, sino por los comentarios criticando tanta frivolidad, tanta vanidad y cuestionando sus resultados como gobernante.

 

Aunque resulta obvio que algunos de los perfiles que atacan a la gobernadora son bots, la mayoría son evidentemente ciudadanos.

 

Caso especial es Tiktok, en donde a diferencia de Facebook, su equipo de redes no borra los comentarios negativos. En esta red, sus vídeos son tundidos por los comentarios críticos.

 

Mientras el Estado adolece por la inseguridad, falta de movilidad, infraestructura, entre otros problemas, la Gober presume su maquillaje, vestimenta o bromea en Internet.

 

Destacan ella y su equipo, que es la primera mujer gobernadora y también la persona más joven en llegar a ese cargo, pero esto no ha sido un distintivo o algo que puedan usar de bandera.

 

Y es que, a lo mejor en la burbuja de su majestad, no han entrado los comentarios que hace la gente común y corriente, que solo ven una Gobernadora tiktokera, mientras el Estado continúa con los mismos problemas sociales que arrastra desde antes de la llegada de la 4T.

 

 

Además, las mujeres no sienten que sea una defensora del género ni esté haciendo un buen papel como para que se note que valió la pena este logro. Es decir, su mensaje de ser una gobernante feminista progresista no termina de permear en la población.

 

Incluso, quienes están cercanos a los gobiernos comentan que recuerdan a Brenda Ruacho, esposa del exgobernador Kiko Vega.

 

Pues en su tiempo, la Ruacho utilizó todos los recursos materiales y humanos del Estado para su beneficio y el de sus hijos. Pedía los mejores asientos en conciertos, conocer a los artistas, fotos, y hasta que su hijo menor tuviera sitios privilegiados en los partidos deportivos.

 

Por ejemplo, era bastante conocido que los escoltas de su hijo Frank tenían que llevar al Cetys Universidad, en donde estudiaba, las tareas del muchacho, mismas que en ocasiones tenían que hacer los empleados de comunicación del DIF; entre otros abusos del poder conocidos por todos en la paraestatal en su momento. 

 

A no pocos, Marina les recuerda a Brenda, por su forma de conducirse. Si bien cada mandatario tiene su estilo personal de gobernar, el de ella recuerda a tantos otros gobernantes cuya perdición fue la vanidad y la frivolidad.

 

La mañanera, que es el acercamiento más constante que tiene con los medios, es prácticamente una obra de teatro: Una puesta en escena con guión, papeles, extras, paleros, director y hasta números musicales.

 

El director de Comunicación Social, Néstor Cruz, apalabra a los reporteros con los temas que quiere que pregunten durante la conferencia y al que se sale del guión pues ya no le vuelve a dar la palabra.

 

Así que esta obra llamada mañanera incluye en muchas ocasiones las reverencias para la reina, quien sonriente ya trae las respuestas estudiadas.

 

Aquí la pregunta: ¿terminará Marina del Pilar Ávila, por su banalidad, igual de desprestigiada que Kiko Vega y su esposa Brenda Ruacho; que el exgobernador de Veracruz, Javier Duarte y su esposa; igual que Peña Nieta y Angelica Rivera; igual que la reina María Antonieta? Mientras, déjenlos comer pastel.

 

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