En medio de la séptima semana de conflicto en Gaza, la Organización de Naciones Unidas (ONU) se vio obligada a suspender la entrega de ayuda humanitaria debido a la crítica escasez de combustible en la región. Más de 2 millones de habitantes dependen de esta asistencia vital, y la falta de suministros pone a la población en riesgo inminente de sufrir hambre, según advierte la ONU.

 

Las agencias de ayuda informaron que la situación humanitaria en Gaza se agrava, ya que la falta de combustible impide que los camiones de la ONU se desplacen y coordinen entregas. Esta crisis ha afectado también las comunicaciones, con sistemas telefónicos e internet fuera de servicio, lo que limita la capacidad de los operadores palestinos de mantener funcionando servicios esenciales, como el tratamiento de agua y drenaje.

 

La agencia de la ONU para los refugiados palestinos, Unrwa, ha señalado que no podrá llevar ayuda mientras persista la interrupción de las comunicaciones. Además, la falta de combustible ha tenido consecuencias mortales, con 24 pacientes fallecidos en dos días en el hospital Al Shifa, según el Ministerio de Salud de Hamas.

 

El bloqueo de bienes impuesto por Israel ha exacerbado la crisis, y los ataques militares recientes han dejado un saldo de al menos 80 palestinos muertos en un bombardeo contra el campamento de refugiados de Nuseirat. La escalada de la violencia ha generado críticas a nivel internacional.

 

En respuesta a la crisis humanitaria, Israel anunció la autorización de hasta dos camiones de combustible por día para apoyar los sistemas de agua, drenaje y saneamiento en Gaza. Sin embargo, la cantidad permitida ha generado controversias, ya que algunos consideran que es insuficiente para abordar las necesidades urgentes de la población.

 

La gestión estadounidense ha estado involucrada en las negociaciones, con un compromiso por parte de Israel de permitir el ingreso de cierta cantidad de combustible cada 48 horas. A pesar de estos esfuerzos, la situación en Gaza sigue siendo crítica, con la población enfrentando la posibilidad inminente de sufrir hambre y enfermedades debido a la interrupción de servicios vitales.

 

La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la crisis humanitaria en Gaza, instando a soluciones urgentes y llamando a evitar acciones que pongan en mayor riesgo a la población civil.