El presidente argentino, Javier Milei, extendió una invitación formal al papa Francisco I para visitar Argentina, poniendo fin a los desacuerdos y controversias que surgieron años atrás. En declaraciones anteriores, antes de su incursión en la política como candidato presidencial, Milei había calificado al pontífice como el "representante del maligno en la Tierra" y lo acusó de buscar expandir el comunismo.

En la carta presidencial, Milei expresó: "Usted bien sabe que no necesita invitación para venir a su querida Argentina. A riesgo de decir lo innecesario, le invito a visitar nuestra amada patria". Estas palabras marcan un cambio notable en la relación entre el mandatario argentino y el líder de la Iglesia Católica.

En 2020, durante su etapa como comentarista económico televisivo, Milei había lanzado críticas fuertes contra el papa, llegando a referirse a él como "el imbécil ese que está en Roma", acusándolo de buscar la expansión del comunismo. Estas declaraciones resurgieron en redes sociales durante la campaña presidencial del año pasado.

En el debate presidencial de octubre, Milei aseguró haber pedido disculpas por sus comentarios anteriores y expresó su disposición a disculparse nuevamente si fuera necesario. Sin embargo, desde entonces, no ha abordado públicamente el tema.

Desde que asumió su papado en 2013, Jorge Bergoglio, conocido como el papa Francisco, no ha visitado su país natal, Argentina. La invitación de Milei representa un gesto de reconciliación y un llamado a fortalecer los lazos entre el líder religioso y la nación sudamericana.

 

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