En las últimas horas, miles de personas han salido a las calles en la capital de Yemen, Sana'a, en respuesta a los recientes ataques llevados a cabo por Estados Unidos y el Reino Unido contra posiciones hutíes en operativos nocturnos.

 

 Aunque la manifestación estaba planeada con anterioridad, un portavoz hutí ha declarado que constituye un mensaje claro de que "Gran Bretaña y Estados Unidos pagarán un alto precio por esta agresión".

 

El grupo hutí, respaldado por Irán, ha afirmado su determinación de continuar con los ataques a barcos en el Mar Rojo y de mantener su apoyo a Hamás en la Franja de Gaza. Los ataques militares, que se dirigieron a 16 posiciones hutíes, incluyeron centros de mando, depósitos de municiones y sistemas de defensa aérea, según informaron autoridades estadounidenses.

 

El presidente estadounidense, Joe Biden, ha justificado la acción afirmando que busca proteger el libre flujo del comercio internacional. Por su parte, el primer ministro británico, Rishi Sunak, describió los ataques como "una acción limitada, necesaria y proporcionada en defensa propia". Aunque el líder laborista, Sir Keir Starmer, respalda la acción, algunos partidos de la oposición sostienen que debería convocarse al parlamento británico para debatir sobre la intervención militar.

 

La reacción internacional no se hizo esperar, con Irán, Rusia y Turquía condenando la acción militar. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, la calificó de "desproporcionada", sumándose así a las críticas internacionales. 

 

Con información de BBC.