El Reino Unido se ha unido a otros países como Estados Unidos, Australia, Italia, Canadá y Finlandia al suspender la financiación de la Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas (UNRWA), la agencia de la ONU para los refugiados palestinos. 

 

La decisión se tomó después de que la UNRWA despidiera a varios miembros del personal por su presunta participación en los ataques de Hamás del 7 de octubre. Israel acusó a empleados de la UNRWA de estar involucrados en los ataques, lo que llevó a la suspensión de la financiación por parte de varios donantes. La UNRWA, que opera en Gaza, Cisjordania, Jordania, Líbano y Siria, proporciona atención sanitaria, educación y ayuda humanitaria a los palestinos.

 

El gobierno británico expresó horror por las acusaciones hechas por Israel y anunció la pausa temporal en la financiación mientras revisa las preocupantes acusaciones. Otros países, como Estados Unidos y la Unión Europea, también suspendieron la financiación adicional a la UNRWA, a la espera de una investigación completa sobre las acusaciones. La UNRWA ha utilizado sus instalaciones para albergar a civiles desplazados desde que Israel comenzó su ofensiva en respuesta a los ataques de Hamás en octubre. La agencia está llevando a cabo una investigación interna para esclarecer la verdad y ha despedido a los empleados implicados.

 

Israel ha acusado durante mucho tiempo a la UNRWA y otras ramas de la ONU de parcialidad e incluso de antisemitismo. Algunos donantes, como el Reino Unido, consideran desproporcionada la suspensión de ayuda y expresan preocupación por el impacto en los servicios humanitarios para cientos de miles de personas desplazadas en la región.

 

 El ex portavoz de la UNRWA advierte que la decisión puede provocar más sufrimiento en Gaza y desestabilizar la región en un momento crítico. Hamás insta a la ONU y a las organizaciones internacionales a no ceder ante las amenazas de Israel, mientras que la situación sigue generando tensiones políticas y humanitarias en la región.