La respuesta es no. La idea de que los humanos evolucionaron a partir de ancestros comunes con los monos y otros primates, a menudo referidos coloquialmente como "chango" en algunos lugares, es respaldada por una gran cantidad de evidencia científica en el campo de la paleontología, la genética y la biología evolutiva.

 

 La teoría de la evolución de las especies, propuesta por Charles Darwin en el siglo XIX, proporciona el marco conceptual para comprender cómo los organismos cambian a lo largo del tiempo a través de la selección natural.

 

Los estudios paleontológicos han descubierto fósiles de homínidos ancestrales que muestran similitudes con los primates modernos, pero también diferencias significativas que reflejan la evolución hacia los humanos modernos. 

 

Además, la comparación del ADN humano con el de otros primates ha revelado un alto grado de similitud genética, lo que respalda la idea de un ancestro común compartido.

 

Aunque no descendemos directamente de los monos modernos que vemos hoy, compartimos un ancestro común con ellos y con otros primates, y a lo largo de millones de años de evolución, los humanos han desarrollado características distintivas que nos diferencian de nuestros ancestros y de los primates no humanos contemporáneos.