El pasado 8 de febrero, el Congreso capitalino tomó una medida significativa en la lucha contra la violencia de género al aprobar la Ley Malena, también conocida como Ley Ácida. Esta legislación tiene como objetivo castigar la violencia ácida como tentativa de feminicidio, marcando un hito en la protección de los derechos de las mujeres.

En una votación unánime, con 42 votos a favor, 0 en contra y 0 abstenciones, el Congreso de la Ciudad de México respaldó la iniciativa. La diputada local Marcela Fuentes, en una conferencia de prensa, destacó que la Ley Malena incluirá un registro de agresiones de este tipo en la ciudad, permitiendo abordar el problema mediante políticas públicas.

La Ley Malena implica modificaciones a la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia de la Ciudad de México y al Código Penal local. Estas enmiendas permitirán que los ataques con químicos y corrosivos sean considerados como violencia ácida, con la posibilidad de imponer penas de hasta 30 años de prisión para los perpetradores.

La legislación recibió el nombre de Ley Malena en honor a la activista y sobreviviente a un ataque con ácido, María Elena Ríos. Establece penas de "ocho a 12 años de prisión" y una multa económica para reparar a las víctimas. Esta medida está siendo promovida en varios estados de México por iniciativa de víctimas de ataques con ácido, incluyendo a María Elena Ríos, quien en 2019 fue blanco de una agresión que resultó en lesiones en el 80% de su cuerpo. El presunto responsable, su expareja, fue capturado en 2020, siendo un empresario y exdiputado del estado de Oaxaca. La aprobación de la Ley Malena es un paso crucial hacia la erradicación de la violencia de género en México.