Los osos polares, también conocidos como "osos blancos" o "nanuqs" en el idioma inuktitut de los inuit, son una especie de mamífero carnívoro que habita en las regiones árticas de América del Norte y Eurasia. Aquí tienes cinco datos curiosos sobre ellos:

 

Adaptaciones al frío extremo: Los osos polares están perfectamente adaptados a su hábitat helado. Tienen una gruesa capa de grasa bajo la piel y un pelaje denso que les ayuda a mantener el calor corporal en temperaturas extremadamente frías.

 

Excelentes nadadores: Los osos polares son nadadores extremadamente hábiles y pueden recorrer grandes distancias en el agua. Son capaces de nadar a velocidades de hasta 6 mph (9.6 km/h) durante horas seguidas. Utilizan sus patas delanteras para remar y las traseras para dirigirse.

 

Dieta carnívora: La dieta de los osos polares consiste principalmente en carne de foca, aunque también cazan morsas y otros animales marinos cuando sea necesario. Son excelentes depredadores y dependen del mar para sobrevivir.

 

Depredadores en la cima de la cadena alimentaria: Los osos polares son considerados depredadores en la cima de la cadena alimentaria del Ártico. No tienen muchos depredadores naturales, aunque los jóvenes y los ejemplares más débiles pueden ser atacados por otros osos polares o animales más grandes como las orcas.

 

Amenazados por el cambio climático: El cambio climático representa una grave amenaza para la supervivencia de los osos polares. La reducción del hielo marino debido al calentamiento global disminuye su hábitat y dificulta la caza de presas como las focas, lo que pone en peligro su supervivencia a largo plazo. Los científicos están preocupados por el futuro de esta especie icónica del Ártico.