El tema del poliamor ha suscitado debate en México tras la negativa de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) a reconocer legalmente la unión matrimonial de más de dos personas, luego de que una familia de Puebla presentará un amparo buscando el reconocimiento de su relación poliamorosa.

 

La SCJN, con una mayoría de cuatro votos, decidió que aunque su fallo no prohíbe ni estigmatiza el poliamor, no legalizará matrimonios o concubinatos que involucren a más de dos personas en México. La corte argumentó que estos vínculos deben regularse fuera de los términos de matrimonio o concubinato para evitar posibles abusos y distorsiones, expresando preocupación por posibles situaciones de desigualdad y discriminación, especialmente hacia mujeres, niñas y niños, al formar parte de este tipo de familias, debido a su rareza en la sociedad mexicana, según el ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo.

 

El juez federal de Puebla, Pedro Arrollo Soto, había sostenido previamente que la legislación era discriminatoria al restringir la libertad de contraer matrimonio o convivir en concubinato con más de una persona, afectando también a quienes buscan formalizar una familia poliamorosa.

 

La respuesta de la SCJN indicó que su decisión no necesariamente vulnera la libertad de orientación sexual, ya que muchas relaciones poliamorosas no son homosexuales, como por ejemplo una trieja formada por dos mujeres y un hombre, aunque estas mujeres no tengan una atracción física o romántica entre sí.

 

¿Qué es el poliamor?

 

El poliamor es un tipo de relación en la que una persona puede experimentar atracción sexual o emocional hacia múltiples individuos simultáneamente.

 

 Este concepto ha ganado relevancia recientemente con casos virales, como el de Dani Flow, quien anunció que su novia estaba embarazada junto a su esposa y su hija mayor, o el del productor de contenido para adultos Alex Marín, quien mantiene relaciones con varias mujeres. 

 

Es crucial distinguir el poliamor de la infidelidad, ya que todas las prácticas románticas y sexuales deben ser consensuadas por todas las personas involucradas en el vínculo.