Khalil al-Hayya, un alto cargo político de Hamás, dijo a The Associated Press, que el grupo insurgente islámico está dispuesto a acordar una tregua de cinco años o más con Israel y a deponer las armas para convertirse en un partido político, siempre que se establezca un estado palestino independiente en las fronteras previas a 1967. Al-Hayya declaró que Hamás aceptaría "un estado palestino plenamente soberano en Cisjordania y Gaza y el regreso de los refugiados palestinos de acuerdo con las resoluciones internacionales" en las fronteras previas a 1967. Si esto ocurriese, el ala militar de Hamás se disolvería.

Sin embargo, es poco probable que Israel acepte este escenario, ya que el gobierno actual se opone firmemente a la creación de un estado palestino en los territorios capturados en la Guerra de los Seis Días de 1967. Además, tras el ataque del 7 de octubre, Israel prometió aplastar a Hamás.

Hamás también declaró su intención de unirse a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y formar un gobierno unificado para Gaza y Cisjordania. Sin embargo, no se aclaró si la aceptación de una solución de dos Estados implicaría el final del conflicto palestino con Israel o sería un paso intermedio hacia el objetivo declarado del grupo de destruir a Israel.

La guerra en Gaza ha durado casi siete meses, y las conversaciones para un alto el fuego se ha estancado. El conflicto comenzó tras el ataque del 7 de octubre, en el que militantes liderados por Hamás mataron a alrededor de 1,200 personas y capturaron a unas 250 como rehenes. La respuesta militar israelí en Gaza ha causado la muerte de más de 34,000 palestinos y desplazado al 80% de los 2.3 millones de habitantes del enclave.

Al-Hayya afirmó que Israel no ha destruido más del 20% de las capacidades de Hamás y sugirió que la solución podría ser llegar a un consenso. Sin embargo, las conversaciones para una tregua más larga y la liberación de los rehenes restantes están estancadas. Además, Al-Hayya sugirió que Hamás atacaría fuerzas no palestinas en Gaza, como el muelle flotante que Estados Unidos está construyendo para facilitar la llegada de ayuda por mar.

A pesar de las pruebas abrumadoras de lo contrario, Al-Hayya negó que Hamás haya atacado a civiles durante el asalto del 7 de octubre y afirmó que Hamás no se arrepiente de esos ataques. Asimismo, afirmó que los intentos israelíes de erradicar a Hamás fracasarán y que se producirán futuros levantamientos armados palestinos.

 

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