El Parlamento iraquí ha aprobado enmiendas a la ley contra la prostitución que extienden su alcance para incluir la criminalización de las relaciones homosexuales y expresiones transgénero. Estas enmiendas, respaldadas por el Legislativo, establecen penas de hasta 15 años de cárcel para aquellos involucrados en tales actividades. La motivación detrás de estas medidas se centra en preservar lo que el Parlamento describe como "decencia moral" en la sociedad iraquí, frente a lo que perciben como una creciente influencia de la homosexualidad a nivel mundial.

 

El presidente interino de la Cámara baja, Mohsen al Mandalaui, ha afirmado que estas enmiendas son esenciales para proteger los valores fundamentales de la sociedad iraquí, especialmente a los niños, a quienes considera vulnerables a la "depravación moral y la homosexualidad". Con 170 de los 329 diputados presentes en la sesión, las enmiendas fueron aprobadas en el Hemiciclo iraquí.

 

Las modificaciones a la ley contra la prostitución, en vigor desde 1988, imponen severas sanciones para las relaciones homosexuales, con penas de entre 10 y 15 años de cárcel. Además, cualquier forma de promoción de la homosexualidad puede resultar en penas de uno a tres años de prisión y una multa significativa.

 

La legislación también aborda la cirugía de reasignación de sexo, penalizando tanto a quienes se someten a ella como a los médicos que la practican, con penas de uno a tres años de prisión. Incluso se prevén castigos para aquellos hombres que exhiban un "comportamiento afeminado".

 

La aprobación de estas enmiendas ha generado críticas por parte de defensores de derechos humanos. La codirectora interina de Human Rights Watch, Rasha Younes, ha calificado la acción como un grave atentado contra los derechos de las personas LGBT en Irak. Younes señala que esta medida agrava la situación de vulnerabilidad de la comunidad LGBT, que ya enfrenta violencia y amenazas de grupos armados, en su mayoría de naturaleza religiosa.

 

El proyecto de ley que dio origen a estas enmiendas fue presentado en 2023 por el diputado independiente Raad al Maliki. Inicialmente, contemplaba penas más severas, como la pena de muerte o cadena perpetua para las relaciones homosexuales. Aunque las relaciones homosexuales no estaban explícitamente tipificadas como delito en Irak, las autoridades han utilizado leyes vagas relacionadas con la moralidad para perseguir a individuos del colectivo LGBT.