La administración del presidente Joe Biden está considerando imponer mayores restricciones al derecho de asilo en la frontera con México, según informó un funcionario familiarizado con la situación. Esta decisión seguiría a una serie de medidas adoptadas en los últimos meses con el fin de frenar los cruces irregulares.

Desde junio, una norma prohíbe que la mayoría de las personas que ingresen ilegalmente puedan solicitar asilo en el país, con la idea de que dicha medida fuera "temporal". Sin embargo, ahora se está debatiendo un ajuste para hacer que esta prohibición sea más difícil de levantar, lo que podría requerir que los cruces se reduzcan a un promedio de 1,500 al día durante varias semanas, en lugar de solo siete días, como estaba estipulado.

Esta medida, que se debatirá justo antes de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, es vista como un endurecimiento adicional a las políticas migratorias de la administración demócrata. Pese a haber criticado fuertemente las políticas de inmigración del expresidente Donald Trump, Biden ha endurecido su postura en torno al asilo en los últimos años, lo que ha generado reacciones de diversos sectores.

Grupos de derechos humanos, como la ACLU, han presentado demandas en contra de estas restricciones, alegando que contradicen el estatuto de asilo establecido por el Congreso, que permite a cualquier persona en territorio estadounidense solicitar protección si teme regresar a su país, sin importar la manera en que haya ingresado.

Por su parte, Kamala Harris, vicepresidenta y candidata demócrata, ha mostrado su apoyo a esta visión y ha prometido trabajar en un acuerdo migratorio que legalice permanentemente estas medidas presentadas como temporales.

Con las elecciones presidenciales a la vuelta de la esquina, la postura de los demócratas sobre la migración ha cambiado en respuesta a un clima político donde el tema es crucial para los votantes, en un entorno marcado por el creciente discurso antiinmigración dentro del Partido Republicano.

En lo que va de año, cientos de miles de personas han llegado a la frontera sur de Estados Unidos, buscando escapar de la crisis en países como Venezuela, Nicaragua y Haití. Según Acnur, más de 21 millones de personas están desplazadas en el continente americano, reflejando la magnitud de esta crisis migratoria global.