El reconocido periódico estadounidense The New York Times ha respondido a las severas críticas de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quien cuestionó la credibilidad de un reportaje que detalla la producción de fentanilo en un supuesto laboratorio ubicado en Sinaloa.

Mediante un comunicado difundido en redes sociales, el diario reafirmó su confianza en la rigurosidad de su equipo de investigación. “Nuestras periodistas pasaron meses examinando la industria del fentanilo”, señalaron, subrayando que los datos presentados en el reportaje provienen de entrevistas con funcionarios y exfuncionarios mexicanos y de pruebas realizadas en el terreno.

El texto también destacó que el medio “respalda plenamente” la labor de su equipo, quienes documentaron las operaciones de un laboratorio en Sinaloa, considerado cuna del célebre Cártel de Sinaloa.

Por su parte, la presidenta Sheinbaum calificó el reportaje como “poco creíble”, argumentando que las imágenes y descripciones presentadas no son congruentes con la realidad de la producción de drogas sintéticas. Durante su conferencia matutina del lunes, la mandataria anunció que su administración “demostrará científicamente” las inconsistencias del reportaje. “Los medios tienen una responsabilidad con la información que difunden, especialmente sobre temas tan sensibles”, puntualizó.

El artículo en cuestión describe cómo dos reporteras de The New York Times ingresaron a un laboratorio en Culiacán, utilizando trajes de protección tipo hazmat y máscaras de gas. Según el relato, un cocinero que producía fentanilo en el lugar llevaba solo un cubrebocas quirúrgico mientras preparaba un pedido de 10 kilogramos de la droga. Este detalle fue uno de los principales puntos de crítica por parte de Sheinbaum, quien cuestionó la viabilidad sanitaria de las imágenes. “No son creíbles las fotografías, dado el evidente riesgo a la salud para quien está manipulando estas sustancias”, declaró.

El reportaje también menciona que la pugna interna del Cártel de Sinaloa ha dejado más de 500 muertes desde septiembre, contexto en el cual se sitúa la investigación. Sin embargo, Sheinbaum insistió en que cualquier información publicada debe basarse en hechos verificables y no en especulaciones que puedan generar alarma social.