El Día de Reyes, celebrado cada 6 de enero, es una festividad con profundas raíces religiosas y culturales que ha perdurado a lo largo de los siglos, convirtiéndose en una de las celebraciones más esperadas por los niños en muchos países. La costumbre de regalar juguetes en esta fecha tiene su origen en la historia bíblica de los Reyes Magos y en diversas tradiciones populares que han evolucionado con el tiempo.

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El origen bíblico: los regalos de los Reyes Magos

La tradición se basa en el relato del Evangelio de Mateo, que narra la visita de tres sabios del oriente —conocidos como Melchor, Gaspar y Baltasar— al recién nacido Jesús. Los Magos llevaron como obsequios oro, incienso y mirra, símbolos que representaban la realeza, la divinidad y el sacrificio de Cristo. Este acto de entrega y adoración marcó el inicio de la tradición de dar regalos durante esta festividad, como una forma de emular la generosidad y el espíritu de los Magos.

Esperamos que los Reyes Magos hayan sido generosos con vosotros. Con nosotros lo fueron a su paso por Sevilla ✨️

Feliz día de Reyes 👑 pic.twitter.com/X5zasthXeO

— Camela (@camelaoficial) January 6, 2025

¿Por qué se regalan juguetes?

Aunque los Reyes Magos ofrecieron regalos simbólicos, con el paso del tiempo, la celebración evolucionó y se adaptó a diferentes culturas. La tradición de regalar juguetes a los niños comenzó a consolidarse en la Edad Media, cuando la festividad adquirió un carácter más festivo y familiar. El enfoque en los niños surgió de la idea de celebrar la inocencia y la alegría de la infancia, viendo en ellos un reflejo del Niño Jesús.

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La expansión de la tradición

Durante la época colonial, la celebración fue llevada a América Latina por los españoles, donde se mezcló con las tradiciones indígenas y locales. Hoy en día, países como México, España, Argentina, y Puerto Rico celebran esta festividad con gran entusiasmo.

En muchas familias, los niños escriben cartas a los Reyes Magos días antes del 6 de enero, pidiéndoles juguetes y expresando sus buenos deseos. Es común que los niños dejen sus zapatos junto a la puerta o bajo el árbol de Navidad, acompañados de heno o agua para los camellos de los Reyes. A la mañana siguiente, los pequeños encuentran juguetes, dulces y otros obsequios, lo que refuerza la magia de la festividad.

Así, el Día de Reyes continúa siendo una celebración llena de significado, que recuerda la importancia de dar y recibir con el corazón, reflejando la esencia de la historia que dio origen a esta entrañable costumbre.