Los devastadores incendios forestales en el área de Los Ángeles, impulsados por los fuertes vientos de Santa Ana, agravan la ya crítica situación de los propietarios de viviendas en California, quienes enfrentan una crisis en el mercado de seguros.  

Según Amy Bach, directora ejecutiva de United Policyholders, las aseguradoras habían comenzado a mostrar señales de interés en regresar al mercado de California, pero los recientes desastres naturales podrían retrasar este proceso.  

El Departamento de Seguros de California introdujo recientemente reglamentos para frenar la negativa de las principales aseguradoras a emitir nuevas pólizas o renovar las existentes, permitiéndoles trasladar parcialmente costos de reaseguro a los consumidores. Sin embargo, estas medidas han generado críticas por el aumento previsto en las primas.  

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El incendio de Palisades ya ha destruido más de 11,800 acres, 1,000 estructuras, y podría generar pérdidas aseguradas cercanas a los 10 mil millones de dólares, según JP Morgan Insurance. Zonas residenciales de alto valor, como Pacific Palisades, han sido duramente afectadas, agravando la preocupación de los propietarios ante la dificultad de obtener o renovar sus seguros.  

State Farm, la aseguradora más grande del estado, dejó de emitir nuevas pólizas y no renovó más de 1,600 en áreas de alto riesgo como Pacific Palisades. Otras empresas como Allstate han seguido pasos similares. Mientras tanto, el Plan FAIR, un programa estatal de seguro básico contra incendios, ha incrementado su número de asegurados, lo que pone de manifiesto la creciente dependencia de esta alternativa de último recurso.  

La crisis se ve intensificada por el cambio climático, que ha prolongado las temporadas de incendios y exacerbado las condiciones de sequía. Aunque algunas aseguradoras han comenzado a explorar nuevas oportunidades en el estado, como Mercury Insurance en Paradise, expertos advierten que los desafíos podrían seguir alejando a las compañías del mercado.