A solo siete días de que Donald Trump tome protesta como el 47° presidente de los Estados Unidos, los migrantes en Tijuana se sienten atrapados entre la incertidumbre y el temor. Ante las dudas sobre qué ocurrirá cuando Trump asuma el cargo, muchos temen que las políticas migratorias se endurecerán aún más, por lo que han comenzado a recurrir a cruces irregulares, buscando ingresar antes del 20 de enero.

José María Lara, presidente de la Alianza Migrante y defensor de los derechos humanos de la población migrante, expresó que la situación es desesperante para muchos. Según Lara, las reformas legales propuestas por Trump, que permitirían la deportación de personas por delitos menores y la denegación de asilo a quienes no cuenten con residencia legal, están alimentando el miedo en la comunidad migrante.

"Están desesperados, recurren al cruce irregular porque no saben qué va a pasar cuando llegue el presidente Trump", comentó el activista. Esta incertidumbre ha motivado a muchos migrantes a buscar la ayuda de traficantes de personas para intentar cruzar la frontera antes de que el nuevo gobierno tome medidas más restrictivas.

Además, el uso de la aplicación CBP One, que permite a los migrantes solicitar citas para presentar solicitudes de asilo humanitario, se ha convertido en otro factor de frustración. Muchos denunciaron que la aplicación es lenta y, en las últimas semanas, ha rechazado solicitudes, lo que aumenta aún más la desconfianza. Existe también el temor de que el nuevo presidente decida derogar este programa, dejando a los migrantes sin opciones legales.

El Drama de María Cañas

Uno de los testimonios más conmovedores es el de María Cañas, una migrante salvadoreña que llegó a Tijuana con sus tres hijos, huyendo de la violencia en su país natal. Cañas, cuyo hijo corría el riesgo de ser reclutado por pandillas, ha estado esperando durante más de un mes una cita a través de CBP One. Sin embargo, hasta ahora no ha tenido suerte.

"Nosotros no sabemos qué hacer, porque en CBP One no me dan cita y la vida en Tijuana es muy cara. No sé si gastar lo poco que tengo esperando una cita o pagar a un 'pollero' para que me cruce al otro lado", comentó con voz quebrada. Según Cañas, su única opción es cruzar antes de que Trump asuma la presidencia, ya que teme que después sea aún más difícil conseguir asilo en Estados Unidos.

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María explicó que en Ohio la esperan familiares, y su única meta es poder darle una vida mejor a sus hijos, lejos de la violencia y el peligro. “Nosotros solo queremos trabajar y estar mejor, no queremos hacerle daño a nadie, solo salir adelante", dijo, visiblemente afectada. "Que a Trump se le ablande el corazón", concluyó.

Para muchos migrantes, la esperanza de encontrar una vida más segura y estable en Estados Unidos se ve empañada por el temor a las políticas que implementará la nueva administración. Con el reloj en contra, miles de personas como María Cañas se enfrentan a decisiones difíciles en un escenario cada vez más incierto.