El Papa Francisco, de 88 años, pasó su tercer día internado en el hospital Gemelli de Roma debido a una infección en las vías respiratorias. Según informó el Vaticano, su estado de salud es estable y sigue en tratamiento con reposo absoluto.

El pontífice argentino, conocido por su intensa actividad a pesar de sus dolencias, fue hospitalizado el viernes 14 de febrero tras el agravamiento de una bronquitis. A lo largo del domingo, el Papa pasó el tiempo descansando y leyendo periódicos, aunque se vio obligado a omitir su tradicional bendición dominical y la Misa del Año Santo dedicada a los artistas.

En un mensaje escrito, Francisco expresó su agradecimiento por las muestras de apoyo y oraciones recibidas: "Gracias por el afecto, la oración y la cercanía con la que me estáis acompañando en estos días". También envió un mensaje de aliento a los fieles reunidos en la Basílica de San Pedro y reiteró su llamado a la paz en regiones en conflicto como Ucrania, Palestina e Israel.

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El Vaticano ha cancelado los eventos del Papa al menos hasta el lunes 17 de febrero, y los médicos han indicado que permanecerá en el hospital el tiempo necesario para su recuperación.

Desde su elección en 2013, Francisco ha enfrentado diversos problemas de salud, incluyendo neumonía y la extirpación de parte de un pulmón en su juventud. En los últimos años, ha sufrido caídas que han afectado su movilidad, obligándolo a utilizar silla de ruedas o bastón.

A pesar de la preocupación por su estado, el Papa sigue recibiendo muestras de cariño de fieles en todo el mundo. "Le llevamos en el corazón", expresó una peregrina colombiana en la Plaza de San Pedro.