Atrás dejaron las diferencias, por lo menos para la foto, la alcaldesa de Tijuana, Montserrat Caballero y el delegado federal, Alejandro Ruiz Uribe, quienes al parecer ya hicieron las paces y se dieron su abrazo de Acatempan al encontrarse en el aeropuerto Benito Juárez (ojo, que no el famoso AIFA) de regreso de la marcha convocada el pasado fin de semana en la CDMX. 

 

Y quien les dijo “no pelien”, trascendió, fue la mismísima valedora Araceli Brown, alcaldesa de Rosarito, quien medió entre los dos morenistas recordándoles las viejas luchas obradoristas que datan del 2006, que Dios dijo hermanos, que no primos.

 

Veremos si de allí sale alguna alianza interesante rumbo a las candidaturas de 2024; o ya de perdida le prestan el Auditorio Municipal al delegado y este invita a la alcaldesa a la entrega de apoyos federales para darle su shampoo. 

 

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