De no tomarse medidas urgentes en los próximos diez años, México y en particular Tijuana podrían enfrentar una crisis sin retorno debido a la pérdida del “bono de juventud”, una etapa clave en la que los adolescentes de 12 a 17 años comienzan a definir su futuro.

El psicólogo clínico Pedro Uriarte, director de la clínica Metamorfosis, advirtió que la falta de atención a la salud mental juvenil, combinada con la hibristofilia (atracción por quienes cometen delitos) y la narco cultura, está empujando a los jóvenes a dejar la escuela y buscar alternativas en el crimen organizado.

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“Ya hemos visto casos de adolescentes que, a través de redes sociales, expresan su deseo de experimentar la sensación de quitarle la vida a otra persona. Es un fenómeno que se está presentando incluso dentro de las escuelas”, alertó Uriarte.

El especialista urgió a implementar estrategias que alejen a los jóvenes de la influencia criminal y fortalezcan su desarrollo emocional y educativo. De lo contrario, México corre el riesgo de perder su “bono de juventud”, lo que podría traducirse en un colapso social en menos de una década.