El esperado florecimiento de las jacarandas, un símbolo tradicional de la primavera en la región Calibaja, se está retrasando este año, lo que ha generado preocupación para quienes esperan ansiosamente el vibrante espectáculo de flores lila, pero expertos en la materia predicen una floración más tardía de lo habitual.

 

Brian Widener, guarda forestal de la ciudad de San Diego, explicó a The San Diego Unión Tribune, que la floración de las jacarandas es variable y puede ocurrir en diferentes momentos. Algunos años, las flores emergen en abril, mientras que en otros casos se retrasan hasta junio. Sin embargo, la situación de este año ha sorprendido a muchos.

 

En mayo del año pasado, numerosos jacarandás en San Diego, como las del parque Balboa, ya estaban en plena floración para estas fechas. Sin embargo, este año, la mayoría de esos mismos árboles se encuentran estériles y solo algunos presentan brotes y hojas verdes.

 

Armando López, jardinero del Campo Morley, señaló que la falta de floración ha sido objeto de conversación entre él y el personal del campo. López atribuye el retraso a la falta de lluvia y a la insuficiente cantidad de sol para calentar el área.

 

Chuck Morgan, arboricultor y gerente de proyectos de Tree San Diego, una organización sin ánimo de lucro dedicada a mejorar los bosques urbanos en comunidades desfavorecidas, sostiene que las temperaturas más bajas son las responsables de la demora en la floración. Normalmente, el clima cálido estimula a las jacarandas a producir las hormonas necesarias para el crecimiento de nuevos brotes, hojas y flores.

 

"Este año ha habido un retraso en la floración debido a la falta de las temperaturas cálidas que esperamos en esta época del año", explicó Morgan. "Aunque el tiempo gris es común en mayo y junio, las temperaturas han sido más bajas de lo habitual".

 

Según el Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos, las temperaturas promedio en mayo en la región suelen oscilar entre los 15 a 21 grados. Sin embargo, este año las temperaturas han fluctuado entre los 14.5 y 19 grados. Además, abril también fue más frío de lo normal.

 

El impacto de las temperaturas más bajas no se limita solo a las jacarandas, sino que también ha afectado a otros árboles de floración temprana, como magnolias y cerezos, así como a algunos cultivos frutales, incluyendo ciruelas, melocotones y nectarinas. Estas especies dependen de días primaverales prolongados y cálidos para prosperar.

 

A pesar de la preocupación, los amantes de las jacarandas pueden respirar aliviados, ya que las temperaturas más frías no dañarán a los árboles ni a las plantas, a menos que caigan por debajo del punto de congelación, lo cual es poco probable. Además, Morgan señaló que existe una perspectiva positiva: es posible que se produzca una floración más prolongada, con un mes completo de flores en junio e incluso algunas en julio.

 

A medida que los residentes esperan pacientemente el despliegue de los vibrantes colores de las jacarandas, la naturaleza sigue su curso y nos recuerda que, a pesar de los retrasos, la belleza de la primavera eventualmente se abrirá paso en Calibaja.