El regreso de los visitantes de Estados Unidos a Tijuana por el puente vacacional del Día de los Caídos (Memorial Day), aunado a los miles que trabajan allá, pero viven aquí, ha causado un martes excepcionalmente caótico en las garitas de San Ysidro y de Otay.

 

Al darse cuenta de los tiempos de espera, algunas personas llegan a ofrecer hasta 20 dólares por “cortar” la línea peatonal, al mismo tiempo que en grupos dedicados a informar sobre las garitas, han aumentado las denuncias de los llamados “gaviotones”, que se meten mañosamente a la fila de vehículos o con la ayuda de los auxiliares de tráfico del Ayuntamiento.  

 

 

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Por vehículo, los usuarios han reportado esperas de hasta cuatro horas para cruzar. En el caso de San Ysidro, la llamada línea normal llega hasta la plaza Península, y tras dos horas de espera, los automovilistas apenas logran avanzar hasta la altura del Hospital General.

 

Para la garita de Otay, después de una hora y media de espera, los vehículos logran llegar a mitad del puente que cruza el bulevar Bellas Artes.