Después de meses de suspensión debido a preocupaciones sobre posibles desvíos, las autoridades estadounidenses han dado luz verde para reanudar la distribución de ayuda alimentaria a nivel nacional en Etiopía. La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) anunció la decisión el martes, subrayando que esta medida se respalda en las "reformas generalizadas y sustanciales" implementadas en el sistema de distribución de ayuda.

 

La USAID ha anunciado la instauración de un periodo de prueba de un año destinado a evaluar la eficacia de las recientes reformas implementadas. En un comunicado oficial, Jessica Jennings, portavoz de la agencia, destacó que estas modificaciones, producto de exhaustivas negociaciones diplomáticas, tienen como objetivo mejorar la eficiencia en la entrega de ayuda alimentaria a aquellos que enfrentan mayores necesidades.

 

Las reformas acordadas con el Gobierno de Etiopía cambiarán fundamentalmente el sistema de ayuda alimentaria en el país africano, asegurando una mejor supervisión y selección de beneficiarios. Jennings subrayó que estas medidas generarán confianza en que la asistencia llegará a las poblaciones más vulnerables, destinatarios previstos de la ayuda.

 

La portavoz explicó que el Gobierno etíope ha acordado cambios operativos que fortalecerán la capacidad de los socios humanitarios para identificar y aprobar beneficiarios según criterios de vulnerabilidad. Además, se ha comprometido a proporcionar acceso sin obstáculos a la USAID, asegurando una distribución más efectiva de la ayuda alimentaria.

 

La USAID había anunciado en junio la suspensión de la entrega de ayuda humanitaria en Etiopía, luego de detectar el desvío sistemático de alimentos, especialmente en la región de Tigray. En octubre, la agencia había indicado que reiniciaría la entrega únicamente a poblaciones de refugiados, con el objetivo de "salvar vidas y reducir el sufrimiento entre algunos de los más vulnerables". Estas medidas fueron tomadas después de acusaciones que implicaban a miembros de las administraciones central y regional, así como del Ejército de Eritrea, en el desvío de ayuda humanitaria. La suspensión también llevó al Programa Mundial de Alimentos (PMA) a interrumpir temporalmente sus envíos.