Hoy todos hablan de Nuevo León y ya se les olvidaron nuestros paisanos de Acapulco, que viven en condiciones similares a la Isla de Cuba. ¡Esto es México!

 

Es cierto que a veces la atención mediática puede parecer centrarse en ciertas regiones o temas, dejando de lado realidades igualmente apremiantes en otros lugares. Acapulco es un ejemplo claro de una situación compleja que merece ser abordada y atendida.

 

La atención a ciudadanos vs la atención a los políticos

 

Las condiciones en Acapulco, al igual que en muchas otras partes de México, son preocupantes. Las dificultades sociales, económicas y de seguridad que enfrentan los habitantes de esta región, después del devastador paso de Otis son significativas y requieren una atención constante.

 

Es importante recordar que la diversidad de desafíos que enfrenta México es amplia y variada. Cada región tiene sus propias problemáticas que merecen ser reconocidas y atendidas de manera adecuada. Pero en el caso de la tormenta política que hoy hace crisis desvía la atención de lo importante.

 

El llamado es a no olvidar las realidades de Acapulco, es fundamental para impulsar acciones y políticas que mejoren las condiciones de vida de sus habitantes. La equidad y la justicia social deben ser metas constantes en la agenda de cualquier sociedad.

 

Es esencial que como sociedad no perdamos de vista las diferentes realidades que existen dentro de nuestro país y que trabajemos juntos para encontrar soluciones y mejorar las condiciones de vida en todos los rincones de México. ¡El nuevo Nuevo León le quitó el foco al viejo Acapulco!

 

Cada voz que resuene en favor de la equidad y el bienestar colectivo contribuye a construir un país más justo y solidario.