Este jueves el Estado Islámico, comúnmente llamado ISIS, tomó responsabilidad del atentado con explosivos que provocó la muerte de 84 personas en Kerman (Irán), realizado el día anterior durante una procesión en memoria del general de división Qassim Suleimani, según un mensaje publicado en la cuenta oficial del grupo extremista en Telegram.

El ataque registrado este miércoles fue el más mortifero realizado en Irán desde la revolución de 1979 en el país.

El grupo extremista calificó el atentado de "doble operación de martirio" y describió cómo dos militantes se acercaron a una ceremonia en la tumba del general Suleimani y detonaron cinturones explosivos atados a sus cuerpos "cerca de la tumba del líder hipócrita", lo que vuelve al ataque un atentado suicida. 

El general, un militar iraní famoso por ser el arquitecto de una alianza de grupos chiíes dirigida y financiada por Irán en todo Medio Oriente, fue asesinado hace cuatro años en un ataque con drones realizado por Estados Unidos. 

El Estado Islámico, organización musulmana suní, considera que su misión es matar a los musulmanes apóstatas, incluidos los chiíes, siendo ambos grupos opuestos en ciertas creencias. Irán, país de mayoría chií, está dirigido por un gobierno teocrático en el que mandan los clérigos de dicha religión.

En un comunicado, el Estado Islámico identificó a los dos atacantes como Omar al-Mowahid y Sayefulla al-Mujahid. El grupo está compuesto por filiales locales más pequeñas establecidas en todo Medio Oriente, pero ISIS no especificó qué organización regional estaba detrás de los atentados.