El Scrabble es un juego de mesa de palabras cruzadas que ha entretenido a jugadores de todas las edades desde su creación. La historia del Scrabble comienza en la década de 1930, cuando Alfred Butts, un arquitecto desempleado de Nueva York, decidió crear un juego que combinara la habilidad de las palabras con la estrategia de los juegos de mesa.

 

Butts estudió la frecuencia de las letras en el idioma inglés y asignó valores numéricos a cada una de ellas, basándose en cuán comunes eran en el lenguaje. Además, diseñó un tablero de juego en el que los jugadores debían colocar las letras para formar palabras y obtener puntos según la longitud y la dificultad de las palabras creadas.

 

En 1938, Butts patentó su juego bajo el nombre de "Criss-Cross Words". Sin embargo, el juego inicialmente tuvo dificultades para encontrar un público. Fue durante la década de 1940 cuando un empresario llamado James Brunot descubrió el juego y decidió comprar los derechos de Butts para producirlo en masa.

 

Brunot modificó algunas reglas y cambió el nombre del juego a "Scrabble", que significa "rebuscar" en inglés, reflejando la acción de buscar letras para formar palabras. En 1948, comenzó la producción y venta del juego en pequeña escala.

 

El verdadero éxito del Scrabble llegó en la década de 1950, cuando Selchow & Righter Company, una empresa de juegos de mesa, adquirió los derechos de Brunot y comenzó a distribuir el juego a nivel nacional en los Estados Unidos. La popularidad del Scrabble creció rápidamente, y pronto se convirtió en un fenómeno mundial.

 

Desde entonces, el Scrabble ha sido traducido a numerosos idiomas y ha ganado legiones de seguidores en todo el mundo. Se han organizado torneos de Scrabble a nivel local, nacional e internacional, y el juego ha sido objeto de numerosas adaptaciones y versiones electrónicas.