En un reciente informe, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han revelado casos pioneros de VIH transmitidos mediante inyecciones cosméticas, específicamente durante los llamados tratamientos faciales vampiro en un spa de Nuevo México. Tres mujeres se cree que contrajeron el virus en este establecimiento.

 

El primer caso se remonta a 2018, cuando una mujer de mediana edad dio positivo en la prueba del VIH después de recibir un tratamiento facial vampiro en el VIP Spa en Albuquerque. Esto desencadenó una investigación por parte del Departamento de Salud de Nuevo México, que identificó prácticas potencialmente peligrosas en el spa, llevando al cierre del establecimiento.

 

Años después, en 2023, dos casos adicionales de VIH vinculados al mismo spa salieron a la luz. Estas mujeres, también clientes del lugar, fueron diagnosticadas con VIH después de someterse a tratamientos similares. La investigación reveló deficiencias graves en las medidas de seguridad del spa, incluyendo el almacenamiento inadecuado de suministros médicos y la falta de licencias adecuadas.

 

El informe de los CDC detalla hallazgos, como tubos de sangre sin etiquetar encontrados junto a alimentos en la cocina del spa, así como jeringas no esterilizadas esparcidas por todo el establecimiento. Además, el propietario del spa fue declarado culpable de practicar medicina sin licencia, destacando una preocupante falta de regulación en la industria de la belleza.