En su primer discurso tras las elecciones presidenciales de 2024, Kamala Harris, vicepresidenta y candidata presidencial demócrata, aceptó su derrota frente al republicano Donald Trump. Harris se dirigió a sus seguidores reunidos en la Universidad Howard, su alma mater, y reconoció que el resultado no fue el esperado: "El resultado de estas elecciones no es lo que queríamos, no es por lo que luchamos, no es por lo que votamos", expresó.

A pesar de la derrota, Harris subrayó su compromiso con la lucha por la democracia y el bienestar de los ciudadanos estadounidenses. "La luz de la promesa de Estados Unidos siempre brillará, siempre y cuando nunca nos rindamos y sigamos luchando en una transición pacífica", afirmó. También destacó que había hablado con Trump, a quien felicitó por su victoria, y expresó su disposición para colaborar en una transición pacífica del poder.

Kamala Harris admite su derrota en las #EleccionesEstadosUnidos ante Donald Trump pic.twitter.com/ZrRu0gypFI

— Azucena Uresti (@azucenau) November 6, 2024

Durante su intervención, Harris recordó a los asistentes que, aunque concedía la elección, no renunciaría a los valores y principios que impulsaron su campaña, en especial en la defensa de los derechos de las mujeres, la lucha contra la violencia armada y el compromiso con la dignidad humana. "Nunca renunciaré a la lucha por un futuro en el que los estadounidenses puedan perseguir sus sueños, ambiciones y aspiraciones", aseguró.

El discurso de Harris se produjo poco antes de que Donald Trump, quien ya había alcanzado los 292 votos electorales necesarios para la victoria, hablara con ella para agradecerle por su actitud profesional y por su disposición a participar en una transición pacífica.

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La vicepresidenta también compartió una conversación telefónica con el presidente Biden, quien igualmente felicitó a Trump y expresó su compromiso de asegurar que la transferencia de poder sea lo más fluida posible. Sin embargo, la derrota de Harris se sentenció con los resultados finales, especialmente en estados clave como Nevada y Arizona, donde los demócratas no lograron asegurar suficientes delegados.

A pesar del revés, la campaña de Harris expresó su gratitud por el apoyo recibido y destacó el esfuerzo y la tenacidad del equipo durante la campaña. En su discurso, Harris concluyó: "Nunca renunciaremos a la lucha por nuestra democracia".