La Casa Blanca advirtió que el cierre parcial del Gobierno de Estados Unidos, que parece inminente a la medianoche, es responsabilidad de los republicanos y les corresponde resolverlo. La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, subrayó que, si el cierre se produce, podría afectar el proceso de transición de poder entre el presidente saliente, Joe Biden, y el presidente electo, Donald Trump.

“Este es un desastre que ellos han creado y necesitan arreglarlo. No quiero entrar demasiado en hipótesis, pero la realidad es que, si hay un cierre, las actividades de transición se verán restringidas con excepciones limitadas”, declaró Jean-Pierre en una rueda de prensa.

El conflicto se centra en la negativa de Trump y de su aliado, Elon Musk, a aprobar una propuesta bipartidista que había sido respaldada por muchos en el Congreso. Los republicanos, que están negociando una alternativa, no lograron sacar adelante un plan unilateral en la votación del jueves, en la que tanto demócratas como 38 republicanos votaron en contra.

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Para evitar el cierre, la ampliación del presupuesto debe ser aprobada por la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, y el Senado, controlado por los demócratas. La falta de un acuerdo bipartidista complica el escenario.

Jean-Pierre calificó de "completo desastre" la semana para el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, y para Trump y Musk, al tiempo que destacó que Biden está siendo informado regularmente sobre la situación. “Trump eligió la pelea. Él y Musk fueron quienes hundieron el acuerdo bipartidista. Eso es lo que todos ustedes están reportando”, aseguró Jean-Pierre.

Desde el lado republicano, se acusa a los demócratas de bloquear la propuesta, ya que la mayoría votó en contra del plan, con solo dos demócratas a favor. Además, 38 republicanos no respaldaron el plan y otros nueve se abstuvieron.

Jean-Pierre resaltó que aún hay tiempo para evitar el cierre, pero que depende de los republicanos cumplir con su parte del acuerdo y avanzar con el pacto bipartidista. Reiteró que los republicanos tienen la "oportunidad" de evitar el cierre y garantizar una transición de poder sin problemas, tal como lo prometió Biden.

El cierre parcial del Gobierno federal no es un hecho aislado, ya que ha ocurrido en más de 20 ocasiones desde 1976, con impactos variados en agencias gubernamentales y el público. Durante el primer mandato de Trump, el cierre de 2018 afectó a unos 800.000 empleados federales, lo que causó una grave crisis económica.

A medida que se acercaba la medianoche del viernes, los legisladores se apresuraban a llegar a un acuerdo para evitar la interrupción de los servicios gubernamentales. Aunque los empleados esenciales como los de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) y los controladores aéreos seguirán trabajando, los viajeros podrían enfrentar retrasos en los aeropuertos, como ocurrió durante el cierre de 2018.

Carter Langston, portavoz de la TSA, destacó que 59.000 de los 62.000 empleados de la agencia son considerados "esenciales" y seguirán trabajando sin salario durante el cierre. Se espera que la agencia controle a 40 millones de pasajeros durante las vacaciones.