El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, no participará en la gestión de la Organización Trump ni de sus inversiones durante su segundo mandato, que comenzará el próximo 20 de enero. Según un código ético publicado por la empresa, sus activos estarán administrados por un fondo operado por sus hijos y bajo la supervisión de un asesor ético independiente, William Burck, del bufete Quinn Emanuel.

Aunque las medidas se asemejan a las implementadas en su primer mandato, activistas señalan que esta vez no existe una prohibición explícita de hacer negocios con empresas extranjeras, lo que podría generar críticas adicionales.

Condena penal de Trump por pagos irregulares

Por otro lado, Donald Trump fue condenado a "libertad incondicional" en el caso de pagos irregulares para comprar el silencio de la actriz porno Stormy Daniels. El fallo lo convierte en el primer presidente de EE.UU. con antecedentes penales. Aunque Trump no enfrentará cárcel ni multas, su condena reaviva la controversia en torno a su figura.

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En respuesta, Trump calificó el proceso como parte de una "caza de brujas" promovida por los demócratas y anunció que apelará la decisión para "restablecer la confianza" en el sistema judicial estadounidense.

A las afueras del tribunal, grupos de simpatizantes y detractores se manifestaron pacíficamente, evidenciando la polarización que rodea al expresidente. Mientras unos pedían "liberar a Trump y salvar América", otros lo señalaban como "culpable" y cuestionaban su ética.

Ambos eventos destacan los desafíos que Trump enfrentará al inicio de su segundo mandato, tanto en el ámbito político como legal.