Migrantes que llegaron a Tijuana en busca de asilo cruzaron la frontera hacia Estados Unidos en los últimos días previo a la llegada de Donald Trump a La Casa Blanca, con sentimientos encontrados. Para muchos, este cruce representaba el final de un largo y difícil viaje, pero también el inicio de un futuro incierto.

Desde la madrugada, varios migrantes pasaron la noche afuera de la garita de El Chaparral, soportando el frío intenso. Entre ellos se encontraba Jorge Vinicio Muñoz Figueroa, un hombre de 59 años originario de Ecuador. “Vengo de Ecuador y hemos hecho un esfuerzo tremendo. Ya se nos agotó el dinero. Anoche pagamos un hotel, pero hoy ya no tenemos para hospedarnos. Y aquí, con este frío tremendo que hace en Tijuana”, expresó, aún sorprendido por estar a punto de cruzar a Estados Unidos.

Gracias a la solidaridad de los guardias del Instituto Nacional de Migración (INM), Muñoz Figueroa pudo recibir una cobija para mitigar el frío. Aunque se siente agradecido por el apoyo de México, también le embarga la nostalgia, pues en su camino desde Honduras, este país le brindó las oportunidades para llegar hasta Tijuana y seguir buscando una mejor vida en Estados Unidos.

“Nos vamos a amanecer aquí. Los agentes de San Ysidro nos dieron unas cobijas para soportar el frío”, comentó Jorge Vinicio, quien, como muchos otros migrantes, aún no sabe qué les deparará el futuro tras el cambio de gobierno estadounidense.

MIGRANTES Y SU LARGO VIAJE LLENO DE SACRIFICIOS 

Antony de Jesús Lemus Farfán, un migrante venezolano, compartió su experiencia de atravesar seis países y la peligrosa selva del Darién para llegar a Tijuana. Su viaje, que duró cuatro meses, estuvo marcado por innumerables dificultades. “Fue mucho calvario, muchos procesos, y tropiezos… las extorsiones, los peligros. Pero aquí estamos, esperando una oportunidad”, relató.

Lemus Farfán y su familia, que también cruzaron el continente, llevan tres meses esperando su cita con CBP-One, el sistema digital que ha permitido a miles de migrantes ingresar de manera más ordenada a Estados Unidos. Sin embargo, Antony también siente tristeza al pensar en los miles de migrantes, especialmente de su país natal, Venezuela, y otros países como Nicaragua y Honduras, que aún no han podido obtener su cita y que temen que la llegada de Trump cambie las condiciones para ellos.

“Aparte de alegría, siento tristeza. Alegría porque mi familia va a cruzar junta, pero también tristeza porque hay muchos compatriotas, muchos hermanos venezolanos y otros migrantes, que aún no han podido conseguir su cita. No sabemos qué va a pasar con ellos”, expresó con la voz entrecortada.

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CRUCES DE MIGRANTES EN GARITA EL CHAPARRAL 

Cada día, alrededor de 300 personas cruzan la frontera por el puerto de El Chaparral en tres horarios: a las 5 de la mañana, a las 12 del mediodía y a las 7 de la noche. Más de 12,000 migrantes de 176 nacionalidades cruzan cada mes en busca de una vida mejor, muchos de ellos con la esperanza de encontrar asilo en Estados Unidos.

Sin embargo, el futuro de estos migrantes es incierto, ya que este sábado 18 de enero marcará el fin de un capítulo para muchos de ellos. La toma de protesta de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos ha generado preocupación entre quienes aún no han cruzado, pues no saben si el programa de asilo y el ingreso a través de CBP-One seguirán vigentes.

“Este 18 de enero probablemente marcará el fin de un capítulo para muchos de nosotros”, señalaron algunos migrantes. “Solo el tiempo dirá qué pasará con nosotros”.