Este miércoles la Suprema Corte de Reino Unido falló en contra de un informático estadounidense que intentó registrar patentes sobre inventos creados con un sistema de inteligencia artificial de su autoría, declarando el registro inválido. 

 

Stephen Thaler quería que se le concedieran dos patentes en el Reino Unido por invenciones que, según él, fueron ideadas por su "máquina de creatividad" llamada DABUS.

 

La Oficina de Propiedad Intelectual, del Reino Unido (IPO por sus siglas en inglés) rechazó su solicitud de registro de las patentes bajo la premisa de que el inventor debe ser un ser humano o una empresa, y no una máquina.

 

Thaler se presentó ante la Suprema Corte del país, que este miércoles rechazó por unanimidad su recurso, ya que según la legislación británica sobre patentes "un inventor debe ser una persona física".

 

El juez que llevó el caso, David Kitchin, declaró en la sentencia escrita del tribunal que el caso "no concierne a la cuestión más amplia de si los avances técnicos generados por máquinas que actúan de forma autónoma e impulsadas por IA deben ser patentables".

 

Los abogados de Thaler afirmaron en un comunicado que la sentencia "establece que la legislación británica sobre patentes es actualmente totalmente inadecuada para proteger las invenciones generadas de forma autónoma por máquinas de IA y, en consecuencia, totalmente inadecuada para apoyar a cualquier industria que confíe en la IA en el desarrollo de nuevas tecnologías".

 

Aunque puede no parecerlo, este caso tiene cierta importancia, dado que genera un precedente para futuros casos relacionados con las patentes y derechos de autor de invenciones generadas con IA.

 

La noticia llega poco después de que la Unión Europea lograra acordar una ley tentativa respecto al uso de IA.