Las inundaciones catastróficas en el sur de Brasil han dejado un saldo trágico que supera las 100 muertes, marcando uno de los eventos climáticos más devastadores en la historia del país, según informó la Defensa Civil el miércoles.

 

El estado más afectado por las inundaciones en los últimos días ha sido Rio Grande do Sul, situado en la frontera con Uruguay y Argentina, donde se han reportado 100 muertes, cinco más que el día anterior, junto con 128 personas desaparecidas y 372 heridas, según datos oficiales.

 

En total, el sur de Brasil ha registrado 101 muertes, con un fallecimiento adicional en el vecino estado de Santa Catarina. Desde el lunes de la semana pasada, la región ha sido azotada por una poderosa tormenta vinculada a la crisis climática.

 

Las fuertes precipitaciones han llevado a graves inundaciones que han afectado al 80% de los municipios en Rio Grande do Sul, sumergiendo parcial o completamente ciudades, incluida Porto Alegre, la capital regional, donde el principal aeropuerto se ha convertido en una vasta extensión de agua.

 

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A água começa a baixar em algumas regiões do Rio Grande do Sul, as cenas são devastadoras, animais mortos por todos os lados, sem contar corpos de pessoas que ainda serão revelados quando a água baixar nas cidades.

É uma crise humanitária sem precedentes, pessoas… pic.twitter.com/vLBwWCf6ZZ

— Karina Michelin (@karinamichelin) May 8, 2024

La magnitud del desastre ha obligado a más de 230,500 personas a abandonar sus hogares solo en Rio Grande do Sul, con un total de 1.5 millones de damnificados en todo el estado, según la Defensa Civil.

 

Además de las trágicas pérdidas humanas, las inundaciones han dejado a muchas comunidades sin agua ni electricidad, y han causado daños significativos en carreteras, puentes y otras infraestructuras urbanas.

 

Los equipos de rescate, con el respaldo de las Fuerzas Armadas, continúan trabajando en la zona, buscando más víctimas y rescatando a supervivientes que se encuentran incomunicados, muchos de los cuales han tenido que refugiarse en los techos de sus hogares.

 

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en un evento para presentar inversiones en infraestructura y prevención de desastres naturales, destacó que esta tragedia climática es un "aviso para el mundo" sobre las consecuencias del cambio climático.

 

El gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite, ha comparado la situación con "una guerra", reconociendo que se trata de una de las peores tragedias climáticas en la historia de Brasil, que podría empeorar con el pronóstico de más lluvias torrenciales en el extremo sur de la región.

 

Estas inundaciones en el sur del país, un importante centro agropecuario, contrastan con las altas temperaturas superiores a los 30 grados centígrados registradas en Río de Janeiro y São Paulo en los últimos días, condiciones climáticas inusuales para esta época del año.